Los regantes del Campo de Cartagena reducen un 30% el uso de agua y fertilizantes

La Consejería de Agricultura asegura que las sondas instaladas en las parcelas constatan que el riego no logra infiltrarse en el suelo más allá de las raíces de las plantas, por lo que no afectaría a los acuíferos

El director general de Agua y el consejero de Agricultura se reunieron este martes con los regantes de Cartagena.

El director general de Agua y el consejero de Agricultura se reunieron este martes con los regantes de Cartagena. / CARM

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Los regantes del Campo de Cartagena han logrado reducir en los últimos tres años un 30% el volumen de agua y fertilizantes que emplean para sus cultivos en esta comarca agraria de la Región de Murcia. Las mil sondas de humedad instaladas desde que se puso en marcha la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor en 2020 ha permitido controlar el riego en 44.000 hectáreas de cultivo dentro del perímetro de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena. Estos aparatos habrían constatado también que el agua empleada para las producciones no se infiltra en la tierra por debajo de las raíces de las plantas, lo que evitaría la llegada de nitratos agrícolas a los acuíferos de la zona durante los periodos de riego.

Los primeros resultados de estas sondas han sido expuestos por el consejero de Agricultura en funciones, Antonio Luengo, y el presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez, este martes en Cartagena. Esa reducción de los aportes de agua y fertilizantes tendría una doble vertiente positiva para el consejero: por un lado, se optimizan los recursos hídricos en el campo y, por otro, se recorta el gasto que afrontan los agricultores. La instalación de las sondas ha permitido, apuntan, programar mejor los periodos de riego. "Hay cultivos que requieren probablemente un único aporte de agua al día y otros donde es más eficiente emplear dos o tres riegos, pero con una periodicidad inferior a lo largo del día".

Esta monitorización de la humedad en las parcelas es una de las exigencias de la Ley del Mar Menor, que obliga a controlar qué cantidad de agua se emplea en cada parcela y cuántos fertilizantes. El Campo de Cartagena está declarado zona vulnerable a la contaminación por nitratos y lo que se persigue con estas sondas es "conocer en tiempo real cómo riegan nuestros agricultores", destaca Luengo. "El objetivo es aplicar una agricultura sostenible y de precisión, que no es ni más ni menos que utilizar la tecnología de vanguardia que tenemos disponible para garantizar que se aporta el agua y el fertilizante exacto que necesita la planta en cada momento".

Tanto Martínez como el consejero han remarcado que esta comunidad de regantes es la más automatizada. Las sondas, para las que se ha invertido 1,25 millones de euros de fondos europeos, permiten conocer la humedad en distintos niveles del suelo, la conductividad eléctrica del extracto de saturación del suelo, así como la temperatura y humedad relativa en el ambiente y el suelo, y los cambios de nivel del acuífero, entre otros factores.

El Campo de Cartagena, junto a otras áreas agrícolas de regadío en la Región, están señaladas por el excesivo uso de los fertilizantes sintéticos que se emplean en los cultivos. "Con este tipo de sondas lo que se permite es conocer exactamente cómo se distribuye el agua en la parcela", explica el consejero, que incide en que también se puede saber, a través de una serie de gráficas, la profundidad a la que llega el agua en cada momento.

Además de las 1.012 sondas de humedad (542 sondas en cultivos hortícolas, 398 sondas en cultivos leñosos y 72 sondas en invernaderos) la Comunidad ha instalado 56 caudalímetros, 26 pluviómetros, 25 piezómetros para el control del acuífero y un lisímetro, “lo que demuestra el claro interés del Gobierno regional por la protección del ecosistema”, explicó Luengo.