285.000 hectáreas de superficie en la Región de Murcia están a la espera de que se elabore y se apruebe un paquete de medidas encaminadas a atajar la contaminación de los acuíferos por el uso de fertilizantes inorgánicos, en concreto nitratos. Estas zonas vulnerables a dicha degradación por la aplicación excesiva de estos compuestos tóxicos alcanzarían una parte importante de las áreas dedicadas a la actividad agrícola de regadío en la Comunidad.

El Gobierno regional debe responder a las directivas europeas para el control de la calidad de las aguas y a la nueva normativa estatal del pasado año que obligaría a designar al menos 16 superficies donde la infiltración de los nitratos contamina las masas de agua bajo el suelo. Sobre la Región pesa la amenaza de una sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la Unión Europea tras el recurso que presentó la Comisión Europea en 2022 contra España por no cuidar de sus aguas, donde puso especial atención en el estado del Mar Menor y los acuíferos del Campo de Cartagena.

La Comunidad ya declaró varios territorios en 2019 como vulnerables a estos compuestos químicos, pero ahora debe ampliar e impulsar un decreto donde se reafirme el problema en estas 16 superficies amenazadas. Para ello, la Consejería de Medio Ambiente se fijará en las zonas vulnerables catalogadas como tal por la Confederación Hidrográfica en su nuevo Plan Hidrológico del Segura 2023-2027 por la afección a los acuíferos: Campo de Cartagena, Vega Alta, Vega Media, Alto Guadalentín y Puentes, Águilas, Bajo Guadalentín, Bajo Quípar y Bullas, Baños de Fortuna, Caravaca, Cuaternario de Fortuna, Cuchillo-Cabras, Judío-Moro, Mazarrón, Mula, Quíbas y Sierra de Cartagena. Las concentraciones de nitratos en los acuíferos de estos territorios, analizados en los últimos años de la pasada década, superan el nivel permitido (37,5 mg/L) y, en algunos casos, la diferencia es abismal.

Evitar las escorrentías, la erosión del suelo o la infiltración en el suelo de fertilizantes

Las nuevas medidas para el campo, que se deberán plantear en dichos programas de actuaciones, tienen entre sus novedades el cuaderno digital, donde los agricultores deberán reflejar qué abonos usan, sus cantidades, hasta qué profundidad llegan o mostrar los balances de nitratos en el suelo. Quedaría prohibido en las zonas vulnerables aplicar lodos de depuradora o los fertilizantes orgánicos en terrenos con pendientes de un 15%. No se podrá regar por goteo más de cinco horas ni cultivar a 50 metros de pozos, fuentes o aljibes para consumo humano ni tampoco utilizar más de 170 kilos de nitrato por hectárea al año, una medida que ya es obligatoria en el Campo de Cartagena por la Ley del Mar Menor. 

Los objetivos pasan por evitar la infiltración en el terreno de sustancias como los nitratos procedentes de los fertilizantes inorgánicos o el abono, así como acabar con las escorrentías, la erosión y la pérdida de fertilidad del suelo. Estas limitaciones han sido muy criticas por las principales organizaciones agrarias del sector agrícola, que denuncian la imposibilidad de cumplir limitaciones tan grandes.

Medio Ambiente acaba de cerrar la consulta previa de este decreto que designará como vulnerables estas zonas aunque, consultada por este periódico, matiza que todavía no tiene delimitados dichos territorios. «Ese paso será el siguiente, una vez se tenga el resultado de la consulta pública y tengamos en cuenta los datos de la CHS, que es el responsable del programa de muestreo y seguimiento de la calidad de las aguas continentales (superficiales y subterráneas)», señala el director general de Medio Ambiente, Francisco Marín.

Los planos que se elaboren «serán sometidos a información pública y se aprobarán en Consejo de Gobierno». Será entonces cuando también se podrá sacar adelante el programa de actuación en las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos en la Región, y otro más concreto para el Campo de Cartagena y el Mar Menor. Ambos documentos, de los que la Consejería ya tiene un borrador que se elaboró antes de desgajarse de Agricultura, plantean limitaciones y controles al uso de fertilizantes orgánicos e inorgánicos en el campo y una vigilancia sobre el manejo y destino de los estiércoles de las explotaciones ganaderas.

Objetivo: salvar los acuíferos

La Comunidad estableció en 2019 las primeras zonas vulnerables a los nitratos en la Región de Murcia, que serán refrendadas en un nuevo decreto que prepara la Consejería de Medio Ambiente, que todavía no tiene delimitadas dichas superficies. Estas zonas están señaladas por su riesgo de contaminación en el nuevo plan de cuenca del Segura, donde además se reflejan una serie de medidas que deben aplicarse para recuperar el buen estado de los acuíferos. No todos podrán mejorar antes de 2027, por lo que la Confederación Hidrográfica ha establecido prórrogas para algunos de ellos hasta 2033 o 2039. 


Mapa de los nitratos en la Región. Medio Ambiente

Medidas adicionales

Las herramientas legales que planteen estos programas de actuación se centrarán en establecer una mayor vigilancia en la aplicación de los fertilizantes o el estiércol, fijar periodos de abonado y dosis máximas, marcar las distancias con ríos, lagunas, cauces o pozos a la hora de cultivar o limitaciones en la rotación y sistemas de producción en el campo; para la ganadería, las explotaciones tendrán importantes restricciones en cuanto a la producción y manejo de los purines, su trazabilidad, tratamiento o transporte.

Bruselas ha pedido de forma reiterada al Gobierno regional medidas adicionales, desde que presentó el recurso judicial, para proteger el Mar Menor y otras zonas afectadas en Murcia, y también tras denunciar que la contaminación por nitratos estaba «al alza» en la Región. La Comunidad ha defendido que sí ha aplicado esas exigencias que llegan desde la Comisión Europea. En el borrador de los dos programas se menciona brevemente estas actuaciones complementarias, aunque ayer la Consejería subrayaba que el proyecto definitivo podría tener, «en su caso, medidas adicionales y acciones reforzadas» que contempla la legislación española.

«Nuevas y concretas»

En una resolución de Medio Ambiente fechada a finales de 2021, la Dirección General del Mar Menor reconocía, por ejemplo, que el borrador de la orden donde se recogen estos dos paquetes de medidas «deberían adoptar el formato de programas de actuación, y no limitarse a recoger básicamente las medidas establecidas en otras disposiciones anteriores, sino que se deberían incorporar medidas nuevas, concretas y más ambiciosas, así como una programación temporal y una planificación espacial diseñadas en base a unos objetivos cuantificables». Incluso, añade, con el documento planteado no se cumplía el mandado establecido en la Ley del Mar Menor: «Indica que no hay que olvidar la necesidad imperiosa de reducción del uso de fertilizantes nitrogenados y de almacenamiento de deyecciones ganaderas en la cuenca del Mar Menor». Varios departamentos del Gobierno central, e incluso ayuntamientos de la Región, señalaban la necesidad de adoptar más limitaciones más severas para atajar el problema de los nitratos. La propia Dirección General añadía que las medidas agrícolas planteadas en la orden son «una copia» del Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Región.