El BBVA mejora la previsión de crecimiento de la economía regional para este año

El BBVA ha mejorado las previsiones de crecimiento de la economía regional para este año, que eleva del 1% al 1,8%, a pesar de que considera a Murcia y a Andalucía las comunidades que han registrado una mayor caída del consumo en los últimos seis meses, según revela el Observatorio Regional de la entidad. Destaca igualmente que la economía regional se ve condicionada por el impacto de la subida de los intereses debido a la elevada deuda de la Comunidad Autónoma.

En contrapartida, el servicio de estudios de la entidad ha rebajado su previsión de crecimiento del PIB regional para el año próximo del 2,4% al 2%, que solo estaría ya una décima por debajo de la media nacional.

En el informe se señala que «aunque el consumo se encuentra más lejos de los niveles prepandemia en las comunidades del norte de España, son las mediterráneas, junto con Galicia, las que experimentan una mayor corrección desde el verano pasado".

«Los hogares han recortado sobre todo en viajes al extranjero y menos en productos nacionales», concluyen los expertos del BBVA Research.

Sin embargo, perciben que "la economía resiste mejor de lo esperado.

"Los datos ya conocidos de 2023 impulsan una revisión al alza de las previsiones", que está basada en la evolución del turismo y de las exportaciones.

Además, apuntan que «la disminución de precio de los combustibles y materias primas impacta positivamente en el PIB y reduce la inflación hasta el entorno del 3% en mayo».

La Región es también una de las comunidades más afectadas por la sequía, junto con Andalucía y Castilla-La Mancha.

La subida de los intereses bancarios supone una presión adicional para Murcia, dado que es una de las comunidades más endeudadas, a pesar de la contención que el Ejecutivo mantiene en los últimos meses, a costa de incrementar el déficit.

La Región es cuarta comunidad con un mayor peso de la deuda en relación al PIB, junto con Cataluña, Valencia y Castilla-La Mancha.

Por otra parte, "el impulso de los fondos Next Generation es algo más lento del previamente anticipado, y el avance de la inversión se ve limitado, además, por los tipos elevados, y la necesidad de consolidación fiscal", lo que impedirá que las comunidades con menor renta per cápita puedan converger en 2024.