Medio Ambiente

La mayoría de las aves muertas por electrocución carece de plan de protección en Murcia

La Ley regional de Fauna Silvestre obliga a aprobar estos documentos, que llevan décadas de retraso

El cadáver de un búho real, sobre un apoyo eléctrico en la Región.

El cadáver de un búho real, sobre un apoyo eléctrico en la Región. / ANSE

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

El águila perdicera es la única ave en la Región de Murcia, junto con la malvasía cabeciblanca, que tiene aprobado un plan de recuperación al estar considerada como un animal en peligro de extinción dentro del catálogo de especies amenazadas. La perdicera es, también, una de las aves más afectadas por la electrocución en tendidos de alta o media tensión o por colisión contra estos apoyos en la Comunidad. Precisamente, su plan de recuperación establece la electrocución como la causa que más ha incidido en su «elevada mortalidad», y señala una serie de medidas para minimizar este problema: inventario de las líneas eléctricas y apoyos que pueden suponer un problema al no estar protegidos y la adaptación de estos tendidos. 

«Las electrocuciones constituyen la causa de muerte no natural más importante para el águila perdicera en España y en la Región de Murcia. Aunque en los años noventa constituía la tercera causa, su importancia se ha visto incrementada debido al aumento de la red de distribución de energía eléctrica en el medio rural», recuerda el texto, aprobado en el año 2016. Sin embargo, la Ley de Fauna Silvestre de la Comunidad, en vigor desde 1995, obliga a elaborar distintos planes de protección para las aves en función de la categoría en la que se encuentren por estar su población más o menos amenazada. 

La gran mayoría de aves que mueren a causa de los tendidos eléctricos en la Región de Murcia y que están en el catálogo de especies amenazadas carece de su respectivo plan. Por ejemplo, el cernícalo primilla está definida como animal en peligro de extinción, por lo que debería contar con un plan de recuperación; en el caso del aguilucho cenizo, especie vulnerable, la ley obliga a elaborar un plan de conservación que asegure unas medidas para mantener la población; para el águila culebrera, águila real, búho real o el halcón, especies de interés especial, debería haber un plan de manejo. Aves como el buitre leonado, la cigüeña, el buitre negro o águila real están consideradas extintas, aunque su presencia en la Región es amplia, pero pese a ello también es necesario elaborar un plan de protección y otro de reintroducción para mejorar sus hábitats.

Los tendidos «están diezmando de manera irreversible» las poblaciones

«La alta mortalidad de aves catalogadas de amenazadas a causa de las electrocuciones en las líneas aéreas eléctricas de alta tensión está diezmando de manera irreversible las poblaciones de estas aves, con grave daño a la biodiversidad de nuestra región». Esta frase está incluida en la reforma de la Ley de Fauna aprobada por el Gobierno regional hace unas semanas, y pretendía dotar al consejero Juan María Vázquez de las competencias para aprobar la orden de ampliación de las áreas contra la colisión o electrocución de aves. 

«Las cifras de electrocución y colisión que anualmente se registran son preocupantes. La evolución en estos últimos años muestra la disminución de casos en las zonas de protección porque se han corregido muchos apoyos. Con la ampliación de las áreas prioritarias la situación cambiará y muchos de estos apoyos quedarán dentro de las zonas de protección», señala la Consejería. La intención es abarcar el 54% de la superficie regional, donde será obligatorio corregir los apoyos. Por otro lado, esa ampliación permitirá sacar adelante unas subvenciones de ayudas europeas para cambiar estos tendidos. En concreto, se corregirán 646 apoyos. 

Garantizar la presencia

El biólogo Herminio Picazo, autor del estudio ‘Patrimonio Natural y Biodiversidad: Situación Actual y Perspectivas’ para el Consejo Económico y Social, recuerda que «la finalidad principal de un plan de este tipo es la de garantizar la presencia de la especie en el futuro actuando sobre las poblaciones existentes y desarrollando su crecimiento hasta alcanzar un tamaño de población y un estado de conservación tal que permita reducir el nivel de amenaza». La Consejería de Medio Ambiente tiene algunos apuntes de estos planes al haber elaborado estudios previos y avances en su redacción, pero sólo están aprobados los del águila perdicera, la nutria, el fartet y la malvasía

Áreas críticas

La organización Ecologistas en Acción señala que el problema para no terminar con los trámites de estos planes estaría en la designación de áreas críticas, vinculadas a la protección de las aves, y que pondría importantes límites a la construcción o edificiación de infraestructuras en esos suelos. «No existe un interés real por culminar las obligaciones de la Ley de Fauna Silvestre. La norma establecía una serie de plazos para los planes que iban de uno a cuatro años, por lo que llevan un retraso incluso de décadas». 

Los seguimientos biológicos que realiza la Consejería de estas aves año tras año, para comprobar las parejas reproductoras que habitan en la Comunidad, «inciden en la alta mortalidad que causan los tendidos eléctricos y cómo esta causa ha pasado a ser el principal problema en la conservación de las especies vulnerables o en peligro de extinción». 

Por su lado, la organización ANSE critica que la ampliación de las áreas de protección para las aves amenazadas por tendidos eléctricos o por colisión que ha realizado la Comunidad no llegará a cubrir toda la Región de Murcia, lo que pone en riesgo a especies como el águila perdicera. Actualmente, la asociación ejerce como acusación popular por la muerte de varias aves protegidas en distintos apoyos de Jumilla, que está investigando un juzgado de la localidad. 

Aves acuáticas se estrellan por la noche contra los tendidos 

La electrocución no es el único problema derivado de los apoyos eléctricos no corregidos. La colisión de las aves contra estos postes metálicos o sus cables es también otra causa de mortalidad. La organización Ecologistas en Acción ha detectado varias muertes por colisión de aves acuáticas asociadas al espacio protegido Humedal de Ajauque y Rambla Salada, entre Abanilla, Fortuna, Molina de Segura y Santomera. «El vuelo rasante de estas aves, sobre todo por la noche, termino con la colisión contra los cables de los tendidos eléctricos», señalan. Ecologistas pide medidas adicionales para estos casos complejos de resolver.