Las guarderías temen cierres y despidos por las nuevas aulas de 2 años

Las escuelas infantiles privadas denuncian que la gratuidad de plazas en los colegios afectará a un negocio que salió muy tocado de la pandemia

Alumnos en una escuela infantil de Murcia. | L.O.

Alumnos en una escuela infantil de Murcia. | L.O. / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Nunca llueve a gusto de todos. La implantación de aulas de dos años en 120 colegios públicos y concertados de la Región de Murcia el próximo curso ha encontrado la oposición de las escuelas infantiles privadas, que verán un impacto en su negocio, ya tocado por los efectos socioeconómicos de la pandemia. Estas guarderías temen el cierre de algunas de ellas o el despido de trabajadoras que atienden a niños de 0 a 3 años por la creación de 2.400 plazas gratuitas en los colegios a partir de septiembre.

La Asociación de Centros Privados de Educación Infantil (Aceimur) en la Región avanzan que muchas de estas escuelas que se ubican en localidades con varios colegios que oferten un aula de dos años perderán la mitad de los alumnos o más en el último curso del primer ciclo de Infantil. «Esto nos impediría mantener la misma plantilla, o incluso el negocio», detalle Mariola Carrillo, presidenta de la asociación, «nos costó mucho levantarnos tras la crisis económica tras la covid, con el problema de la baja natalidad de por medio, y hay centros que no han llegado a remontar».

Las ayudas en forma de subvención directa para las aulas de dos años no ha llegado hasta estos centros. La Consejería de Educación financiará con fondos propios 1.100 plazas en 55 colegios concertados, además de cubrir mil puestos en los conocidos como centros de conciliación municipales, pero de gestión privada (CAI y PAI). «No estamos en contra de crear estas aulas ni de financiar las plazas, pero creemos que se debía haber apostado por una línea de ayudas que llegase a toda la Región y que contaran con nosotros», explica Carrillo.

La asociación Aceimur asegura tener 15.000 firmas para que se cuente con estos centros en la cobertura de plazas

La también responsable de la escuela Origami de Puente Tocinos (Murcia) asegura que hay colegios autorizados para impartir clases de dos años que «no están habilitados ni capacitados» para ello, ni tienen «espacio suficiente» cuando las escuelas infantiles «sí han logrado prestar un servicio para un ciclo completo, sin tener que partirlo». Concretamente, en los concertados, Aceimur señala que la subvención de Educación alcanzará a pocos alumnos cuando estos centros tienen varias líneas por curso en Infantil, lo que crearía una «desigualdad entre las familias».

Atención temprana

Y es que más allá de lo que supone a nivel económico para estos centros, Carrillo pone el acento en «la ruptura pedagógica» que supone cambiar a los niños de centro para introducirlos en un colegio «con dos años». Estos pequeños «realizan un proceso en el que se desarrolla el lenguaje, la motricidad, el control de esfínteres y gestionar las rabietas y el egoísmo», algo que en las escuelas «hemos sabido llevar muy bien».

Junto a esto, la directora pone énfasis en la labor de las guarderías para detectar primeros problemas de aprendizaje o trastornos, un primer filtro esencial «para avisar rápidamente a los padres y que el niño sea reconocido por un pediatra para ofrecer atención temprana». Sin embargo, no cree que en los colegios se pueda ofrecer el mismo servicio. «Allí no terminan el ciclo completo».

La asociación de escuelas privadas, pese a todo, también ha encontrado la «oposición» de algunos padres al plan de cobertura gratuita de plazas de dos años en los colegios y aseguran que entregarán a la Consejería de Educación 15.000 firmas obtenidas para que también se cuente con estos centros privados.