La empresa de Paloma Jáudenes, Pequeña Moma, cambia de manos

La empresa Pequeña Moma, fundada por Paloma Jáudenes, ha cambiado de manos. La compañía se ha enfrentado a un proceso de liquidación y ha sido adquirida por un grupo empresarial que se ha quedado la marca y los activos de la firma para mantenerla en funcionamiento. Los nuevos propietarios también se proponen conservar la mayor parte de la plantilla, que cuenta con una treintena de trabajadores.

Jáudenes ha anunciado su marcha de la empresa a través de Linkedin. 

«Decir adiós siempre es difícil: despedirse, cerrar una etapa, pasar página. Pero hay que saber cuándo llega el momento de aceptarlo», ha escrito la fundadora de la compañía que llegó a tener 14 tiendas en España, siete de ellas en la Región, antes de entrar en concurso de acreedores.

Pequeña Moma no consigue evitar el concurso de acreedores

«No nos hemos recuperado», aseguraba la empresaria el pasado mes de julio, cuando anunció que estaba negociando un aplazamiento con las entidades financieras para tratar de ganar tiempo, porque la situación creada por la pandemia y las subidas de los costes le impedían afrontar los pagos.

Pero Pequeña Moma no consiguió hacer frente a su deuda financiera. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia dictó un auto el pasado 3 de noviembre en el que declaraba el concurso de acreedores, que finalmente ha desembocado en la liquidación de la compañía.

 Las tiendas, que se han mantenido abiertas durante los últimos meses para dar salida a las existencias almacenadas, han pasado a manos de un grupo empresarial, que ha adquirido la marca representada por una raspa y sus activos con la pretensión de mantener su actividad.

También pretende conservar gran parte de la plantilla, dado que continuarán abiertos los puntos de venta.