Pequeña Moma no ha logrado evitar el concurso de acreedores. La empresa creada por Paloma Jáudenes, que tiene 14 tiendas en España, siete de ellas en la Región, había tratado de conseguir una ampliación del plazo de carencia de los créditos ICO que le permitiera ganar tiempo.

Ante las dificultades que la firma representada por la icónica raspa encontró tras la crisis sanitaria se acogió al preconcurso de acreedores, pero no ha logrado mantenerse a flote.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia dictó un auto el pasado 3 de noviembre en el que declara el concurso de acreedores y nombra administrador concursal a la firma representada por Ramón Madrid, decano del Colegio de Economistas.

Paloma Jáudenes declaró el pasado mes de julio a La Opinión que la empresa estaba sufriendo las consecuencias de la crisis provocada por "el incremento de los precios de las materias primas, el encarecimiento de la factura de la energía, la escasez de materiales y el pago de los créditos ICO", después de haber superado la pandemia y de haber sacado a todos sus trabajadores del ERTE.

Anunció entonces que se habían disparado los gastos de la empresa, pero dijo que no tenía intención de "tirar la toalla".

Su propósito era negociar un aplazamiento con las entidades financieras para ganar tiempo, pero sus expectativas para reflotar la empresa creada hace nueve años no se han cumplido.