Medio ambiente

Plantas solares contra el alimento del águila y el gato montés en Mula

ANSE denuncia que las grandes instalaciones de placas fotovoltaicas impactan en las poblaciones de especies protegidas de la comarca

Un ejemplar de águila perdicera, fotografiada en la comarca muleña. | ANTONIO NIETO

Un ejemplar de águila perdicera, fotografiada en la comarca muleña. | ANTONIO NIETO / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La cruzada contra las grandes plantas fotovoltaicas en la Región de Murcia se traslada del Campo de Cartagena hasta la comarca del Río Mula, territorio que ha sido objeto de interés de las grandes multinacionales de las renovables para la instalación de placas solares en extensas fincas. Municipios como Mula, Campos del Río, Ceutí o Las Torres de Cotillas tienen proyectados sobre ellos varios proyectos de plantas fotovoltaicas, que se sumarían a los que ya están ejectuados.

La Asociación Naturalista del Sureste (ANSE) ha puesto el foco sobre esta comarca de interior por los «evidentes y diversos impactos acumulativos y sinérgicos» que provocan, o lo harían, estas grandes instalaciones que producen energía renovable a gran escala. Los suelos de arcilla, arena y limo característicos de la zona, junto con la extensión de grandes superficies de matorral, cultivos de secano o ramblas que cruzan este espacio suponen un hábitat muy propicio para el conejo. Este animal «sustenta una comunidad de depredadores diversa, de los cuales muchos de ellos son especies amenazadas y protegidas como es el caso de las aves rapaces y los mamíferos carnívoros».

En concreto, esta zona resulta un área de dispersión (lugar donde se concentran juveniles una vez han abandonado el territorio de los padres hasta alcanzar la madurez) para el águila perdicera, especie catalogada ‘en peligro de extinción’. Estos territorios de dispersión resultan «vitales» para que esta especie pueda completar su ciclo biológico, requiriendo de «abundancia de conejos y de la ausencia de individuos territoriales». En la zona y gracias a las altas densidades de conejo existentes, también se encuentra una de las mejores densidades de gato montés.

Descarbonizar la economía, meta irrenunciable

A juicio de ANSE, el desarrollo de las energías renovables y la descarbonización de la economía constituye una meta irrenunciable del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), tanto para reducir las emisiones de CO2 como para evitar la dependencia energética de terceros países. Sin embargo, el desarrollo de proyectos que contribuyan a este objetivo no pueden realizarse desde la única premisa de ocupar suelos de escaso valor productivo o económico, afectando gravemente a la biodiversidad, si no que requiere de un esfuerzo de planificación y de Evaluación Ambiental estratégica para decidir ubicación y tipología de las instalaciones de plantas.

Otros valores relevantes de esta zona son las poblaciones de carraca, un ave asociada a medios abiertos y que se encuentra en declive en toda Europa, o una densidad notable de búho real. También destacan las poblaciones de aves consideradas comunes hasta fechas recientes, pero que ahora se consideran amenazadas por el descenso de sus poblaciones como el alcaudón meridional y el cernícalo vulgar.

Por todo lo anterior, ANSE considera que debería realizarse una ordenación y evaluación estratégica de los desarrollos fotovoltaicos que garantice su ubicación en áreas de menor valor y evitara la construcción de nuevos tendidos eléctricos. Además, considera que los proyectos que finalmente se desarrollen por considerarse su impacto ‘asumible’ deberían presentar, previamente a su aprobación, un plan detallado y presupuestado de medidas protectoras, correctoras y compensadoras acorde al impacto en términos ecológicos y de superficie, así como al presupuesto de los proyectos.

Un proyecto de 100 hectáreas

La asociación ha presentado alegaciones contra el proyecto de construcción de una planta de grandes dimensiones, hasta 100 hectáreas, que se ubicará en el municipio de Campos del Río. Este proyecto tiene un coste de más de 27 millones de euros y pretende instalar una potencia de unos 50 MW con el objeto de producir energía eléctrica de origen renovable.

A los promotores de este proyecto se les ha demandado que «se hicieran cargo de la corrección del tendido eléctrico del trasvase Tajo-Segura que atraviesa la comarca y que causa un elevado número de muertes entre búhos reales, carracas y águilas perdiceras».