Especial

Repsol: la transformación de los combustibles arranca en Cartagena

Repsol avanza en la construcción de una nueva planta que convertirá aceite de cocina usado y residuos de la industria agroalimentaria en combustibles renovables para coches, barcos o aviones, y que permitirán reducir las emisiones de CO2 hasta un 90%

Empleados refinería Cartagena

Empleados refinería Cartagena

L.O.

Para adentrarnos en uno de los hitos más importantes de 2022 en el ámbito industrial nos tenemos que trasladar al Valle de Escombreras, en Cartagena. La multienergética Repsol ha dado un paso al frente para acelerar la transición energética con la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de toda España. Este proyecto, con una inversión económica que supera los 200 millones de euros, y en el que están trabajando más de 700 personas, es un ejemplo tangible de la apuesta de la compañía energética por la economía circular, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, la transformación industrial y la generación de empleo.

Las nuevas instalaciones, en las que se están invirtiendo más de 200 millones de euros, van a producir 250.000 toneladas al año de combustibles renovables. Como materia prima, utilizarán aceite de cocina usado y restos de la industria agroalimentaria que no tienen otra vida útil, más allá de acabar en un vertedero. Este proyecto tiene especial relevancia en un contexto como el actual, tras las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania, para avanzar en la independencia energética y garantizar el suministro, no solo en España, sino también de Europa.  

Así lo ha considerado el Banco Europeo de Inversiones que, tras una visita a las instalaciones de Cartagena, ha concedido a Repsol un préstamo por valor de 120 millones de euros, lo que supone un claro respaldo de la institución europea a la estrategia de descarbonización de la multienergética, que se ha marcado el objetivo ser una compañía cero emisiones netas en 2050. 

Los combustibles renovables que suministrará Repsol el próximo año tienen múltiples ventajas respecto a otras soluciones tecnológicas. Gracias a la materia prima que se va a usar - aceite de cocina usado y residuos de la industria agroalimentaria- se va a poder reducir hasta un 90% las emisiones de CO2 en la movilidad en comparación con los combustibles tradicionales. Además, y utilizando la economía circular como palanca de transformación, se consigue dar una segunda vida a residuos que de otro modo acabarían en un vertedero para poder transformarlos en productos de alto valor añadido.

Estos combustibles renovables van a ser especialmente relevantes para sectores difíciles de descarbonizar como la aviación, el transporte de larga distancia por carretera o el marítimo. En este último sector, 2022 nos ha dejado otro hito importante. Navantia ha comprobado, de forma piloto en su Fábrica de Motores de Cartagena, que los combustibles renovables suministrados por Repsol permiten una reducción de emisiones de CO2 en el transporte marítimo de casi el 90%, y una reducción en el consumo de carburante del 2,6% respecto del combustible convencional.

Apuesta por el hidrógeno renovable

Además de apostar por la economía circular, Repsol está utilizando otras palancas para avanzar en la transformación industrial. Prueba de ello es el proyecto para la construcción en Cartagena de una planta de hidrógeno renovable de 100 MW de capacidad. Este proyecto, que la multienergética desarrollará junto a Enagás Renovable y Engie, contribuirá a la descarbonización de las industrias situadas en el Valle de Escombreras, supone una nueva oportunidad para generar desarrollo social y económico en la Región de Murcia mediante la generación de empleo de calidad y el impulso al tejido industrial y la transformación digital. 

La nueva planta de producción de hidrógeno renovable, que se prevé poner en marcha en 2025, evitará la emisión a la atmósfera de más de 167.000 toneladas anuales de CO2 y contribuirá a la disminución del consumo de gas natural que utiliza actualmente la industria. También cuenta con el respaldo de la Comisión Europea, que ha calificado el electrolizador de Cartagena como ‘Estratégico y de Interés Común Europeo’.

Referente en transición energética

Tanto la planta de biocombustibles avanzados como el proyecto para la producción de hidrógeno renovable suponen dos hitos importantes tanto para Repsol como para el sector industrial y energético español ya que posicionan Cartagena y la Región de Murcia como referente en transición energética.

Para el director del complejo industrial de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre, estos proyectos, en los que la multienergética va a invertir alrededor de 400 millones de euros, «suponen una fuente de generación de empleo y desarrollo empresarial. A los 900 empleos directos de Repsol, hay que sumar los más de 12.600 entre indirectos e inducidos que genera la actividad del complejo industrial de Cartagena, y los 2.000 puestos de trabajo que estamos promoviendo en colaboración con las empresas auxiliares para el desarrollo de los nuevos proyectos de transformación industrial». Mestre ha destacado que, al igual que hizo en 2011 con la ampliación de la refinería y una inversión de 3.200 millones de euros, Repsol vuelve a apostar por Cartagena.