Educación

Los profesores buscan el apoyo de las familias para presionar a Educación

CCOO plantea a los docentes no entregar las notas o negarse a corregir la Selectividad como medidas de presión

Los docentes, llegados de varios 
municipios de la Región, ayer en la 
protesta por Gran vía.  juan carlos caval

Los docentes, llegados de varios municipios de la Región, ayer en la protesta por Gran vía. juan carlos caval / alberto sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

El mal estado de la educación pública en la Región de Murcia es un hecho para gran parte de los representantes de la comunidad educativa, pero el problema para los portavoces del sistema de enseñanza autonómico es que no es una idea extendida entre las plantillas docentes, ni tampoco entre las familias. 200 personas se concentraron ayer frente a la sede del Gobierno regional para exigir la eliminación de los recortes que se implantaron hace más de diez años en la Comunidad. La llamada de los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y Sterm, a la que se ha sumado SIDI, chocó con un periodo malo para la movilización de los docentes: en plenas sesiones de evaluación y con el inicio de las fechas navideñas.

La protesta tenía la categoría de manifestación, ya que la intención era recorrer la Gran vía de Murcia para terminar en la plaza Martínez Tornel, pero la baja asistencia obligó a un cambio de planes. Los sindicatos reconocen que las demandas que impulsan frente a la Consejería de Educación y la Comunidad no termina de calar en el profesorado.

SIDI habla de lograr una «unión sindical» antes que seguir con protestas o huelgas con poco seguimiento. Sin embargo, CC OO entiende que hay que cambiar el modelo de las protestas y buscar el apoyo de las familias, un sector que se ha movilizado en pocos meses por la falta de auxiliares técnicos de educación y orientadores, y por las pésimas condiciones de algunos centros educativos como el colegio Rey Juan Carlos I de La Unión o el Antonio Molina González de Blanca.

Las diferencias con las movilizaciones del sector sanitario escuecen en el educativo. Las consejerías de Educación y Hacienda ya habían dejado claro, la última vez en una reunión de la Mesa General de la Función Pública en noviembre, que no habrá dinero para revertir los recortes. Días después anunciaron una lista de medidas para mejorar la sanidad pública por la amenaza de grandes movilizaciones en diciembre y enero en plena recta final de legislatura.

Solo un anuncio electoral del presidente regional, Fernando López Miras, candidato del PP a las autonómicas, tocó uno de los debates abiertos en la comunidad educativa. Prometió una bajada de ratios comenzando en Infantil el próximo curso, algo que para los sindicatos es una logro seguro por la bajada de la natalidad, por lo que no habrá que invertir en ampliar centros.

Nacho Tornel, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO Región de Murcia, pone encima de la mesa apretar al Gobierno regional con medidas más drásticas. Desde no entregar los boletines de notas a los padres como negarse a corregir los exámenes de la Selectividad, la presión «se haría notar» y provocaría «una movilización mayor» del profesorado y una mayor atención de la Comunidad.

Reunión con el presidente

El sindicato SIDI, que ganó las elecciones a la Junta de Personal Docente, tendrá próximamente una cita con López Miras, una reunión que pretenden aprovechar para exigir la rebaja a 23 horas lectivas en Infantil y Primaria y 18 horas en Secundaria y Bachillerato; disminución de las ratios; acabar con la derivación de fondos a la concertada; refuerzo de los equipos de orientación; implantar la gratuidad en Infantil de 0 a 3 años o aumentar la financiación en Educación.

De no producirse ninguna mejora, Luis Prieto, presidente de SIDI, apuesta por lograr la unión de todos los sindicatos «para plantear movilizaciones que supongan una presión importante para la Administración». En su opinión, garantizar estas medidas propuestas «no es un derroche de dinero público sino apostar por mejorar la calidad de la enseñanza pública». Los sindicatos, de todas formas, prometen continuar con más protestas en enero y hasta el final de curso.