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El Teléfono de la Esperanza de Murcia estudia retomar las cenas para gente sola

Los anuncios felices de la televisión "parece que reactivan mucho más ese sentimiento de soledad"

Una persona mayor mira por una ventana, en soledad.

Una persona mayor mira por una ventana, en soledad. / Shutetrstock

Ana Lucas

Ana Lucas

María Guerrero, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Murcia, explica que «la Navidad es una fecha que lo remueve todo», dado que «está tocando con la emocionalidad». En este sentido, alude a los anuncios de la tele, que muestran que en fiestas «todo el mundo se reúne con la familia y tiene que estar contento», algo que, en la vida real, «tampoco es cierto». Sin embargo, el bombardeo de imágenes felices y en compañía «parece que reactiva mucho más ese sentimiento de soledad» que sufren algunos.

María Guerrero, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Murcia.

María Guerrero, presidenta del Teléfono de la Esperanza en Murcia. / R.D.C.

Asimismo, Guerrero habló del duelo por «las pérdidas de muerte o por separación», algo que es «especialmente duro» el primer año que han de afrontarse. 

Antes de la llegada de la pandemia de coronavirus, el Teléfono de la Esperanza organizaba cenas para las personas que se encontrasen en situación de soledad no deseada. El fin: que estas personas disfrutasen de una velada en compañía y conociesen gente. Estas reuniones se suspendieron cuando irrumpió la covid, pero este año se quieren volver a retomar, anunció María Guerrero. A este respecto, comentó que, aunque no se ha concretado cuándo, se baraja organizar un evento para Nochevieja.

Hay voluntarios 24 horas para atender las llamadas que entren al 968 343400

El doble de llamadas

En navidades «se duplican las llamadas» al Teléfono de la Esperanza en Murcia, detalló su presidenta, que recordó que hay voluntarios «las 24 horas del día, por turnos» para atender las llamadas que entren al 968 343400. «En todas las fechas estamos aquí», subrayó Guerrero. 

Por su parte, la psicóloga, sexóloga y neuropsicóloga Felipa Gea manifiesta que «es curioso que, en una sociedad cada vez más individualista, la soledad siga siendo el escollo a mitigar, sobre todo, cuando llegan las fiestas». «Culturalmente, las fiestas son para compartir y lo triste es que se han convertido en el único momento en el que nos acordamos de hacerlo», afirman.

Salud mental y física

Gea pone el acento en que «el ser humano es un ser social (es decir, interdependiente) que necesita de los demás para poder desarrollarse», a lo que añade que «el mensaje de ‘no necesites a los demás para ser una persona de éxito, pero sé también una persona de éxito a nivel social y nunca estés sola’ nos lleva a una guerra imposible de ganar». «De esta manera, es normal que la soledad perjudique seriamente la salud mental, e incluso la física», dice.

La psicóloga asevera que «hay más aspectos que puede llevar a que la soledad perjudique nuestra salud mental, pues la soledad también se puede asociar con discriminación, con exclusión, con muerte, con abandono, etcétera».

«Esto es, hay una parte de la sociedad que está sola por las distintas concepciones de exclusión que hay a nivel social y cultural, como es haber llegado a la vejez o no tener un hogar», deja claro. 

«Por otra parte, el haber perdido a un ser querido, estar lejos de la familia o la falta de dinero son otros aspectos que afectan a nuestro sentimiento de soledad en las fiestas, esa añoranza de lo que fue (y ya no es), de lo que deseamos (y no es posible), hace que nuestra salud mental se deteriore si no sabemos lidiar con ello», precisa Felipa Gea.