A ojos de los expertos en hidrología no está tan claro que el aumento de los caudales ecológicos planteados en el nuevo plan de cuenca del río Tajo mejore la calidad del agua. Los catedráticos Antonio Fanlo y Luis Garrote lo han cuestionado en una reunión que han mantenido este viernes con el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras. Además, han mostrado su pesar a que no se haya valorado también el perjuicio económico y social que podría suponer recortar los caudales a trasvasar al Segura.

En el encuentro, al que también ha asistido el consejero de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, Antonio Luengo, se ha analizado a fondo el proyecto del plan de cuenca del Tajo. El Consejo Nacional del Agua votará el 29 de noviembre y será el Consejo de Ministros el que tenga la última palabra para aprobarlo.

Los caudales ecológicos en el medio Tajo (a su paso por Aranjuez) aumentarían de los 6 metros cúbicos por segundo actuales a los 8,6, según recoge el proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica. Estas cifras se traducen en un incremento del 40%, por lo que el agua que se pueda trasvasar al río Segura será menor.

Según ha apuntado Garrote, para elaborar el proyecto no se ha hecho ningún estudio técnico que permita analizar qué beneficios proporcionará el aumento del caudal en contraposición al perjuicio que suponga la disminución del trasvase. El profesor de Ingeniería Civil ha añadido que las cifras se han calculado en base a los métodos de la normativa vigente.

Asimismo, afirma que los estudios sobre las masas de agua del Tajo que se han realizado con los caudales ecológicos actuales han arrojado un buen estado de las mismas en la mayoría de los casos. Por tanto, a su juicio, el caudal de ahora "es suficiente para mantener el buen estado ecológico del río, sin necesidad de aumentarlo".

Por otro lado, Fanlo ha insistido en que mantener el buen estado del río sea compatible con el uso socio-económico que se le dé al agua, y ha señalado una posible "incoherencia" entre las previsiones del plan hidrológico del Tajo y las del Segura en el marco legislativo: el primero carece de una adecuación en relación al segundo.

Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), ha coincidido en las dudas sobre si se conseguiría o no alguna ventaja medioambiental, al igual que en su convencimiento de que sí supondría un daño económico y social para la Región de Murcia, por la destrucción de empleo y el varapalo para la agricultura.

Los expertos han concluido que mejorar la salud del Tajo pasa por enriquecer el saneamiento y la depuración con medidas que eviten verter aguas contaminadas en su cauce. Tanto Luengo como Jiménez han reiterado que el proyecto del Ministerio para aumentar los caudales no es más que "una decisión política", momento en el que se ha mencionado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que celebró públicamente la aprobación del borrador del Plan Hidrológico del Tajo.