El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves una subvención de 598.000 euros a dos bancos, CaixaBank y Cajamar, para que instalen trece cajeros automáticos en zonas despobladas de la Región de Murcia "para mejorar la calidad de vida de cientos de personas", ha explicado el consejero de Presidencia, Turismo, Deportes y Cultura, Marcos Ortuño, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo.

Los nuevos terminales bancarios se ubicarán en Ojós (único municipio de la Región que no dispone de este servicio en su casco urbano), Ulea (donde se prevé la sustitución del cajero existente, totalmente obsoleto), tres pedanías de Caravaca de la Cruz (Navares, Singla y La Encarnación), tres localidades de Cehegín (Canara, Chaparral y Campillo de los Jiménez/Algezares), dos poblaciones de Lorca (Coy y La Parroquia), dos de Moratalla (Cañada de la Cruz y el Sabinar) y una de Bullas (La Copa).

Las entidades bancarias se encargarán de las obras de instalación de estas terminales, así como de los costes de conexión a internet y las tareas de mantenimiento. Los ayuntamientos, por su parte, solo tendrán que ofrecer el espacio y proporcionar el suministro eléctrico.

Más de 5.100 personas se beneficiarán de esta medida, ha adelantado Ortuño, que ha asegurado que la próxima semana se firmarán los convenios con los bancos.

Desde el Ejecutivo murciano creen que esta medida pretende contrarrestar los procesos de despoblamiento que sufren determinadas áreas rurales del interior de la Región, que llevan aparejado un paralelo proceso de desaparición de servicios presenciales, circunstancia que, a su vez, impulsa la emigración y acelera el envejecimiento de las zonas más despobladas.

En este contexto, el generalizado cierre de sucursales financieras y de crédito ha colocado a zonas rurales en una situación de exclusión financiera, provocando que núcleos de población aislados no dispongan de cajeros automáticos, lo que obliga a sus habitantes a realizar desplazamientos para disponer de dinero en efectivo o abonar recibos.