La Comunidad implantará cajeros automáticos en los municipios más pequeños y en las pedanías que se han quedado sin oficinas bancarias con el objetivo de evitar la exclusión financiera que sufren los habitantes de las zonas rurales, especialmente los mayores. Antes de final de año está previsto instalar al menos 13 cajeros con una inversión de 600.000 euros, en colaboración de las dos entidades financieras participantes, Cajamar y CaixaBank.

Los alcaldes de los municipios más pequeños de la Región vienen reclamando desde hace años un acuerdo con las entidades financieras para mejorar los servicios a los vecinos que no tienen medios para utilizar la banca electrónica. Incluso han ofrecido a los bancos la posibilidad de instalar oficinas en las dependencias municipales para facilitar las gestiones que no pueden realizar desde un cajero.

El consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes, Marcos Ortuño, se reunió este martes con responsables de ambos bancos para avanzar en el acuerdo que permitirá que «los vecinos de los pueblos más pequeños no queden desamparados y puedan acceder a un servicio básico como es obtener su dinero en efectivo sin tener que desplazarse fuera de su localidad». La intención es firmar tras el verano el convenio de colaboración entre la Comunidad, las entidades financieras y los ayuntamientos con los que se haya acordado la ubicación de los cajeros, que deberán estar en funcionamiento antes de fin de año. «Nuestro objetivo es corregir la brecha financiera que sufren las zonas rurales, al mismo tiempo que facilitar gestiones a sus vecinos y vecinas», añadió el consejero.

Esta iniciativa, que forma parte de la Estrategia de lucha contra la despoblación y mejora de la calidad de vida en entornos rurales de la Región de Murcia, beneficiará a los vecinos de Ojós, único municipio de la Comunidad que no cuenta con cajero automático; y Ulea, donde se pretende renovar el existente; así como a las pedanías de Coy y La Parroquia, en Lorca; El Sabinar y Cañada de la Cruz, en Moratalla; La Encarnación, Navares y Singla, en Caravaca de la Cruz; Canara, Chaparral y Campillo de los Jiménez, en Cehegín; y La Copa, en Bullas.

El objetivo es «mejorar los servicios y la calidad de vida de los vecinos, puesto que los habitantes de estos núcleos rurales tendrán acceso a un servicio tan esencial como es el financiero para realizar trámites necesarios como sacar dinero o pagar un recibo sin tener que desplazarse hasta otras localidades», señaló Marcos Ortuño.

2,5 kilómetros de distancia al cajero más próximo

Un informe sobre la inclusión financiera en España elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas indica que la Región es la comunidad donde menos ciudadanos se han visto afectados por el cierre de oficinas. Precisa, además, que el 0,4 % de la población de la Región no tiene acceso a servicios bancarios y sitúa en 2,3 kilómetros la distancia media al cajero más próximo. El consejero de Presidencia y Turismo, Marcos Ortuño, se reunió ayer con la directora territorial de CaixaBank, Olga García Saz, y el director de Instituciones Públicas de Cajamar, José Luis Valverde, para trata las medidas que serán aplicadas en colaboración con estas entidades.