Para muchas mujeres el verano, lejos de ser un periodo de ocio y disfrute junto a la familia y amigos, se convierte en un momento sombrío y complicado en el que se ven obligadas a convivir durante más tiempo del habitual con su maltratador. Desde los Centros de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (CAVI) y el Dispositivo de Violencia de Género de la Región advierten de que la época estival provoca un repunte «significativo» de las llamadas por violencia de género.

Desde el CAVI de Murcia, la psicóloga Laura Miñano reconoce que en el centro notan un pico considerable a partir de la segunda semana de septiembre. «A consecuencia de las vacaciones de verano se disparan las citas. Mucho tiempo juntos, con los niños y al final eso hace que explote la situación», explica Miñano.

Cifras

15.203

Atendidas en los CAVI

La cifra de víctimas de violencia de género que han  recibido asistencia hasta el mes de julio de este año se mantiene muy similar al mismo periodo de 2021

Con ella coincide Belén Jerez, una de las cinco trabajadoras sociales del Dispositivo de Violencia de Género de la Comunidad: «Supone un aumento significativo y se percibe claramente cada verano. En el momento en el que empieza a hacer más calor las llamadas pidiendo ayuda o asesoramiento se incrementan una barbaridad». Jerez incide en que «la diferencia de llamadas que recibimos en enero o noviembre y las que llegan en verano es abismal».

Ambas convienen en que los periodos vacacionales son críticos para las víctimas de violencia de género: «Después de la Navidad y la Semana Santa también se registran más llamadas que en periodos ordinarios».

Cifras

23.063

Intervenciones

Los centros de atención integral han realizado 6.000 asistencias menos, entre presenciales y telefónicas, hasta el 30 de junio que las contabilizadas el año previo


Baja la edad de las víctimas

No existe un perfil de víctima de la violencia machista. A los 23 CAVI de la Región, así como a los seis PAE (Punto de Atención Especializada) acuden mujeres de todo tipo: «Con estudios o sin ellos, independientes económicamente o sin trabajo, con hijos o no», destaca Miñano, que subraya haber percibido un descenso en la edad de quienes buscan ayuda.

Se trata de la misma situación que han detectado desde el Dispositivo de Violencia de Género, que atiende las llamadas del 016: «Llama la atención la cantidad de adolescentes de 15 o 16 años que sufren agresiones físicas de sus parejas y cuyos amigos llaman preocupados porque no saben cómo ayudarlas. O casos en los que ella rompe la relación y él comienza a acosarla y amenazarla».

Sin embargo, piden no hablar de un incremento de la violencia de género en adolescentes, sino de la visibilización de una situación que viene ocurriendo «desde hace siglos». «Ahora se le pone nombre, reconocen los patrones peligrosos y saben que no están solas y pueden pedir ayuda», explica Miñano.

13.350 atendidas hasta junio

La Consejería de Mujer y Política Social, a través de los CAVI y los PAE, ubicados en distintos municipios de la Región, ha atendido hasta julio a 15.203 víctimas de violencia de género. En cuanto al total de las atenciones, la cifra es similar a la del año pasado, ya que en el primer semestre de 2021 se atendió a un total de 13.394 mujeres.

Por su parte, el servicio de atención jurídica, psicológica y de asesoramiento social sumó hasta junio un total de 23.063 intervenciones, entre presenciales y telefónicas. Estas han bajado en 6.000 con respecto a 2021.

Los CAVI, asistencia gratuita e  integral para recuperar «las riendas»

Las puertas para atender a una víctima de la violencia machista siempre están abiertas. Esa es la idea que repiten desde los CAVI de la Región, que ofrecen atención integral y gratuita a las mujeres mayores de 18 que lo precisan. Una trabajadora social actúa como filtro para orientarlas en el proceso, después es el turno de la asesora jurídica y la psicóloga, que acompañan a la víctima, explicándole qué opciones tiene, «sin obligarla a que denuncie o se separe del agresor», matiza la psicóloga del CAVI de Murcia Laura Miñano. «Tienen que dar el paso ellas, nosotras solo las apoyamos y les hacemos ver que es el momento de coger las riendas de su vida», explica. 

Además, señala que llegan con situaciones vitales muy diversas y muchas solo quieren ponerle nombre a su problema, hablar y ordenar su situación en un entorno seguro. 

El tiempo medio que pasan las usuarias en los CAVI suele ser de unos dos años. Aunque puede variar según la frecuencia con la que se pueda atender a las mujeres. 

Otro recurso disponible en la Región para las víctimas es el Dispositivo de Violencia de Género, con el que se puede contactar mediante el 112 o a través del 016. Desde aquí atienden de forma inmediata casos de violencia machista, derivan a los CAVI e incluso movilizan a las fuerzas policiales en el caso de que una mujer esté sufriendo una situación de alto riesgo. También son los encargados de analizar si es necesario trasladar a las víctimas con o sin hijos a centros de emergencia y posteriormente de acogida. Actualmente en la Región hay 54 mujeres, muchas de ellas con hijos, que ocupan un total de 98 plazas en estos centros de protección.

La Consejería de Mujer y Política Social ha destinado este año más de 2,7 millones de euros para la atención integral a mujeres víctimas de violencia de género y que están distribuidos entre los CAVI, los PAE y las casas de acogida, lo que supone un aumento de 33.713 euros con respecto al año 2021.