Un total de 28 personas han perdido la vida en accidente laboral en lo que va de año en la comunidad, tres de ellas esta misma semana, según los cálculos de los sindicatos. La última, una joven aplastada por una carga de botes en una fábrica de Mula. Son casi los mismos que en todo el año pasado, que sumó 31, aunque la cifra oficial fue de 26.
Santiago Navarro, secretario general de Comisiones Obreras en la Región, explicó a La Opinión que desde su sindicato «ya hemos pedido que se cree una comisión de trabajo, para ver cuáles son las necesidades del Instituto de Seguridad y Salud Laboral, y de la propia Inspección de Trabajo, para intentar reducir el número de accidentes». A su juicio, «con la crisis, los empresarios ha relajado la prevención de riesgos».
Por otro lado, «ya hemos exigido que se reactive el pacto contra la economía sumergida: desde 2012 no se ha hecho nada contra ello». En este sentido, Navarro apunta que desconoce «en qué circunstancias» trabajaban las personas que recientemente se han caído de tejados.
Denunció «el abandono de la mesa que se creó de las empresas de trabajo temporal» y puso el acento en «la reducción de profesionales, a lo largo de los últimos diez años, en el Instituto de Seguridad y Salud Laboral». Aunque no supo concretar cuántos trabajadores faltan, dijo que «se van jubilando, no se han ido sustituyendo» y esta merma da lugar a que haya «menos vigilancia por parte de las administraciones».
En 2021 el sindicato contabiliza «oficialmente, 26 muertos en accidentes laborales, aunque hubo cinco más, llegando a 31» UGT también los cifra en 31.
Por otro lado, la Memoria de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma detalla que, en materia de siniestralidad laboral, en la Región hubo 13 homicidios (frente a los 7 de 2020) y 863 casos de lesiones (461 el año antes), con 17 acusaciones (frente a 12) y 14 sentencias dictadas. Por sectores, el Ministerio Público apunta que se lleva la palma la construcción, seguida de la industria, el campo y el sector servicios.
Santiago Navarro, por otro lado, también se refirió al caso del joven de 20 años que esta semana perdía la vida en Molina al estrellarse contra un árbol con la moto con la que repartía comida a domicilio. «El caso de los denominados riders lo hemos denunciado continuamente», resaltó.
Asimismo, dijo que, en las firmas que suministran jornaleros, se da el caso de que «un conductor va con la furgoneta, lleva a ocho o diez trabajadores, se pone a trabajar, termina y conduce de nuevo hasta repartir a todos sus compañeros».
Desde el sindicato llevan tiempo «batallando para que nos den toda la información de las accidentes», aunque afirman que sufren «muchas dificultades» al respecto. «Los datos que conoce la Administración, nos los tienen que dar», insistió Navarro, que incide en la necesidad de que «se reúna periódicamente una mesa, con los agentes sociales», para poner en común medidas que frenen la siniestralidad mortal.
En la misma línea se muestra Encarna del Baño, secretaria de Seguridad y Salud Laboral de UGT en la Región: «Reclamamos de manera urgente un plan de choque contra la siniestralidad laboral y exigimos a la patronal que vea la prevención de riesgos laborales como una inversión y no como un gasto económico, ya que está en juego la vida de las personas simplemente por el hecho de acudir a trabajar», indica en un comunicado del sindicato.
UGT tiene claro que «las cifras de siniestralidad laboral indican que en la Región no se está cumpliendo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales», por lo que urge «más inversión de las políticas públicas en esta materia». «Reiteramos que lo imprescindible que es crear la figura del delegado territorial o sectorial de Prevención de Riesgos Laborales, que ayudaría a mejorar la prevención en las pequeñas empresas sin representación sindical».
