Tomarse el aperitivo o comer en un bar también cuesta más ahora que a principios de año. La escalada de la energía y de los alimentos que venía produciéndose desde finales de 2021 está trasladándose a la hostelería, que ha incrementado sus precios para acompasarlos al encarecimiento de los suministros, según indicó el presidente de la Asociación de Bares de la federación de hostelería HoyTú, José María Rubiales. El representante de la patronal asegura que es inevitable repercutir los costes para evitar «problemas de liquidez».
Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que tuvo un efecto inmediato sobre los productos elaborados con cereales, como la cerveza, los pasteles, el pan y el aceite de girasol, también los paros de los transportistas y de los pescadores han contribuido a encarecer los suministros de los establecimientos de hostelería y a incrementar los menús. «El que no repercuta los precios tiene un problema. Es inevitable, aunque no se va a subir todo lo que nos suben a nosotros los costes», afirmaba el representante de los hosteleros.
Rubiales no ha precisado cuánto han subido los menús, porque asegura que los precios en los bares y restaurante son muy variados y no es posible hacer cálculos, aunque recordó que solo «la cerveza ha subido entre un 15% un 20%».
Defiende que los establecimientos «tendrán problemas de liquidez si no les salen las cuentas», por lo que están obligados a repercutir el aumento de costes registrado desde finales del pasado año, cuando empezó a subir el recibo de la electricidad y del gas.
Entre los productos que más se han encarecido destaca los envases y los embalajes utilizados en los envíos a domicilio, que han subido un 40%, lo que repercutirá sobre todo en los menús para llevar, que se han generalizado a raíz de la pandemia.
Recuerda que también ha subido en el último mes el precio del aceite de girasol, porque gran parte de la producción que se comercializa en España procedía de Ucrania, lo que ha dado lugar a una fuerte especulación en el mercado.
El presidente de la Asociación de Bares añade los costes laborales a la lista, como consecuencia del incremento del salario mínimo interprofesional, que entró en vigor en enero.
Pese a las complicaciones a las que debe hacer frente el sector cuando empieza a recuperarse de los zarpazos de la pandemia, José María Rubiales confía en que las fiestas permitan mejorar los resultados de los establecimientos, «después de cuatro semanas de lluvia».
