La Opinión de Murcia

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Agua

El campo murciano prevé perder la mitad de la cosecha por las lluvias

Los daños irreparables afectan ya al 30% de los cultivos, con impacto en las producciones de hortalizas, fruta de hueso, cítricos, uva o de secano

El embalse de Pliego soltó ayer agua tras llegar a dos tercios de su capacidad.

La situación en el campo murciano es muy complicada. Tras tres semanas de lluvias intensas, generalizadas y sin freno el sector agrícola ha comenzado a cuantificar pérdidas y las previsiones son negativas. Tras meses de sequía en la cuenca del Segura y con cultivos de secano al borde de verse afectados por la falta de lluvias, las continuas borrascas que han cruzado la Región este mes han venido como agua de mayo. Pero tras registrar algunos puntos del interior de la Región entre 200 y 250 litros por metro cuadrado en escasos días, los nubarrones ahora son muy oscuros para los agricultores.

El primer balance apunta a importantes pérdidas a corto y medio plazo, en función del estado de las campañas agrícolas, la ubicación y el tipo de cultivo. Humedad, barro, hongos, bacterias..., las lluvias hasta este viernes habían provocado ya un 30% de pérdidas de forma generalizada en las cosechas de la Región de Murcia. Pero la previsión, ante las lluvias de este fin de semana, es que el lunes estas pérdidas alcancen el 50%, según el análisis de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Murcia.

«Por un lado estamos satisfechos porque nos alejamos de la sequía y nos ahorramos varios riegos, lo que supone un alivio de cara a la primavera. Por otro, estamos en plena recolección del brócoli, lechuga, alcachofas o coliflor y solo podremos recoger el 70% porque no hay forma humana de entrar a los campos por el barro», señala Juan Marín, presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca. Con las tierras anegadas, las productores de Fuente Álamo, Alhama de Murcia, Totana, Lorca o Puerto Lumbreras asumen pérdidas de cara a las próximas semanas.

El análisis de Francisco Gil, secretario de Coag Murcia, es más pesimista: «Hay campos con metro y medio de barro a los que no se podrá entrar en dos semanas», y esto imposibilita el tratamiento fitosanitario de muchos cultivos. «Si la semana que viene sigue lloviendo estaremos hablando de más de la mitad de cosechas perdidas, sin recoger en el campo y podridas».

Sanidad Vegetal pide extremar la vigilancia

El departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura ha pedido a los agricultores que extremen la vigilancia sobre sus cultivos ante la aparición más que probable de plagas o hongos en sus producciones. En su último informe del pasado 20 de marzo, para el caso de los pimientos señalan que las condiciones ambientales de estos días han favorecido el desarrollo de nuevas infecciones fúngicas, un escenario similar para las plantaciones de tomate, donde «se han reactivado los problemas de hongos» y daños por bacterias en hojas o brotes. Para las hortalizas, Sanidad Vegetal avanza un problema de plagas y en el caso de las frutas de hueso, las lluvias pueden derivar en infecciones en los brotes en variedades de melocotoneros y nectarinos. «El exceso de humedad aumentará la presencia de bacterias y hongos en cítricos u hortalizas como la coliflor o la lechuga», señala Francisco Gil de Coag.


Pero en el marco del exceso de lluvias a los agricultores también les preocupa cómo quede el producto final que sí se pueda recoger, ya que van a «perder calidad y tamaño», como en el caso de los cítricos, donde algunas variedades ya se están recogiendo, como el Fino 49, y otras a punto, como el Fino tradicional y el Verna. «Con el exceso de agua llegamos al fin de maduración más rápido, y esto provoca que el árbol tire la fruta al suelo» sin que se pueda entrar a los bancales, explica Pedro Gomáriz, responsable estatal de cítricos de Coag.

«El volumen que está cayendo está repartido, no se ha registrado lluvias torrenciales salvo algunas zonas de Lorca o Bullas y los daños en infraestructuras arrasadas son puntuales, pero preocupa lo que ocurra este fin de semana», remarca Gil. La calima dejó capas de polvo sobre las hortalizas y ahora las lluvias traen consecuencias por la humedad y por los patógenos que se puedan desarrollar en los cultivos.

Las lluvias traen consecuencias por la humedad y por los patógenos que se puedan desarrollar

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Plantas asfixiadas

La campaña del melón y la sandía ya tendría que haber dejado un primer trasplante de los semilleros a las fincas, «algo que ya se ha perdido, y habrá que confiar en la segunda puesta si los campos permiten entrar, porque no podemos acceder con maquinaria. Por lo pronto, la primera cosecha que se recoge la última semana de mayo y la primera de junio ya se ha perdido», explican los responsables de Coag.

El dirigente de los regantes lorquinos habla ya de un desajuste en el inicio de las campañas con temor a la asfixia radicular que puedan sufrir las plantas, es decir, la incapacidad de que estas puedan ‘respirar’ oxígeno por las raíces debido al agua acumulada.

Para la uva de mesa, Coag teme que las pérdidas se centren sobre los cultivos que no estén protegidos por estructuras de drenaje y plásticos resistentes: «Va a depender mucho de la zona y del terreno pero ya tendríamos un serio problema», subraya Gomáriz.

El cultivo de secano no se libra. El que más agua demandaba se enfrenta ahora a problemas, también «serios», ya que el agua «vendrá bien al estado vegetativo» de árboles como el almendro pero puede acabar por «expulsar el bulbo».

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