Facilitar la recuperación de los menores con cáncer que se encuentran ingresados en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia es el principal objetivo del nuevo proyecto que la Fundación Aladina pondrá en marcha junto al Servicio Murciano de Salud (SMS) en el hospital de El Palmar.

El convenio suscrito por ambas entidades permitirá la creación de un programa de ejercicio físico para todo tipo de patologías infantiles, prioritariamente cáncer y pacientes crónicos neuromusculares, así como la construcción y equipamiento de un gimnasio para que los menores practiquen ejercicio y puedan llevar a cabo sus sesiones de rehabilitación.

Este nuevo gimnasio se levantará en las instalaciones del pabellón Materno-Infantil de la Arrixaca, que es donde estos jóvenes pacientes están ingresados, de esta forma tendrán un acceso más directo al mismo y a las actividades que se organicen en las nuevas instalaciones.

Para llevarlo a cabo el SMS se compromete a ceder un espacio de unos 720 metros cuadrados que hay libre en una de las cubiertas del Hospital Materno-Infantil para la construcción del gimnasio, ya que se trata de una zona que actualmente no se destina a ninguna otra actividad, según indican fuentes sanitarias.

El proyecto se llevará a cabo en un espacio de 720 metros cuadrados de una terraza del Materno-Infantil

Al disponerse ya de este espacio, la Fundación Aladina (que ya ha desarrollado varios proyectos con el centro sanitario de El Palmar) será la encargada de construir y adaptar esta zona para la puesta en marcha del gimnasio de ejercicio físico y rehabilitación.

Previamente sus responsables han realizado un diseño completo del proyecto y se llevarán a cabo las obras que sean necesarias, tras lo que se instalarán los muebles, equipos y materiales que hacen falta para su funcionamiento.

En este caso, la Fundación Aladina asume el coste del proyecto y de la ejecución de las obras para adaptar este espacio físico, así como su completo equipamiento.

El coste de la puesta en marcha de este gimnasio para los niños hospitalizados en la Arrixaca es de unos 700.000 euros, tal y como se recoge en el proyecto al que ha tenido acceso LA OPINIÓN. 

El ejercicio durante el tratamiento reduce la toxicidad de la quimioterapia y los efectos secundarios

La nueva instalación estará dotada de una zona techada diáfana que creará una especie de refugio sobre el patio existente, a la vez que se construirá el gimnasio para la rehabilitación y la práctica deportiva. Habrá box individuales, dos cuartos de baño, espacio de almacenaje, despacho y una zona exterior.

La directora de la Fundación Aladina, Isthar Espejo, asegura que el espacio donde se ubicará el gimnasio «es un entorno perfecto para que los niños y adolescentes realicen sus sesiones de ejercicio físico personalizado y deporte en contacto visual con la naturaleza, en un espacio diáfano y transformable, lleno de energía y color y con luz natural».

Programa de ejercicio

El convenio suscrito entre Isthar Espejo y el director gerente del SMS, Francisco Ponce, no sólo contempla la construcción del gimnasio en el Hospital Materno-Infantil de la Arrixaca, sino que tiene otra fase que consistirá en la puesta en marcha de un programa de ejercicio físico para todo tipo de patologías infantiles.

Se trata de un proyecto que contará con un profesional graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, especializado en actividad física y salud, para diseñar, poner en marcha, controlar y evaluar el programa de ejercicio físico, garantizando su funcionamiento y la máxima calidad de este servicio a los niños y a sus familias.

Espejo indica que este programa de ejercicio físico arrancó en el Hospital Niño Jesús de Madrid y se ha ido extendiendo a otros centros sanitarios, «aunque la Arrixaca será el primer hospital que cuente con él fuera de la Comunidad de Madrid».

La directora de la Fundación Aladina recuerda que el programa de ejercicio físico para niños y adolescentes con cáncer arrancó hace ya algunos años y que en este tiempo ha demostrado las ventajas que tiene para estos pacientes, mejorando su calidad de vida al compaginar el ejercicio con su tratamiento oncológico.

«Hay que tener en cuenta que estos pacientes pasan de la noche a la mañana de ser niños normales y estar jugando en un parque a estar anclados a una cama del hospital, por lo que es fundamental que cuenten con programas que les ofrezcan actividades», explica Isthar Espejo. 

Insiste también en que «está demostrado que el ejercicio físico en estos pacientes reduce los efectos secundarios del tratamiento, baja la toxicidad de la quimioterapia, la recuperación es más rápida y también cuenta con beneficios psicológicos como es el compartir esos momentos con un entrenador o con otros compañeros».

Desde la Fundación Aladina aclaran que el programa va dirigido a pacientes oncológicos y a niños en cuidados paliativos o con enfermedades crónicas, aunque también se abrirá al resto de patologías.