Política

Campuzano sella la ruptura con Liarte y Carrera a costa de perder Cultura

La consejera se mantiene al frente de Educación y se libra de las presiones de sus compañeros del grupo de expulsados de Vox al trasladar a Marcos Ortuño las competencias culturales

La consejera de Educación, Mabel Campuzano, durante una exposición artística el pasado jueves.

La consejera de Educación, Mabel Campuzano, durante una exposición artística el pasado jueves. / ISRAEL SANCHEZ

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Todos contentos, al menos por el momento. La crisis en el Gobierno regional comienza a amainar tras aceptar ayer la consejera de Educación, María Isabel Campuzano, la propuesta del presidente Fernando López Miras de integrar las competencias de Cultura en la Consejería de Presidencia, Turismo y Deportes, que dirige Marcos Ortuño. Esta cesión llega días después de conocerse que la titular de Educación estaba replanteándose su continuidad en el Consejo de Gobierno al sentirse ignorada por sus compañeros en el Ejecutivo y por las injerencias que ha sufrido por parte de los diputados expulsados de Vox, Juan José Liarte y Francisco Carrera, desde hace meses.

El presidente acepta la exigencia de su consejera de ratificar la destitución del director general del Instituto de las Industrias Culturales y las Artes, José Ramón Palazón Marquina, amigo y hasta hace unos años compañero de trabajo de Carrera. El pasado martes la responsable de Educación le cesó de su cargo ante la «falta de confianza» generada en los últimos meses por diversas «actuaciones muy graves». Palazón recibió una carta firmada por la consejera donde se le pedía que recogiera sus pertenencias, pero hasta este mismo viernes el director del ICA continuaba trabajando en la sede del Instituto en el Auditorio Víctor Villegas.

Tanto la Dirección General de Patrimonio Cultural como la del ICA pasarán a manos de Marcos Ortuño, como adelantó LA OPINIÓN. Miras deja en manos de Liarte y Carrera elegir a los nuevos responsables de estos dos departamentos de Cultura, pero en ningún caso podrá continuar Palazón en el ICA. Los contactos entre Liarte y Carrera con miembros del Partido Popular como el portavoz en la Asamblea, Joaquín Segado, el propio Miras o el consejero Marcos Ortuño se sucedieron a lo largo de este viernes para tratar de dar una solución al conflicto político. El acuerdo con los dos diputados se cerró anoche en la Asamblea.

Este acuerdo contempla también la recolocación del director del ICA en otro puesto de la Comunidad, donde no se descarta que se haga cargo de una responsabilidad en la Consejería de Ortuño o que incluso sea nombrado director general. Fuentes del entorno del grupo parlamentario de los expulsados señalan que en los próximos días se cerrarán los flecos que quedan pendientes, como las dos caras nuevas de Cultura, con la intención de dar por zanjada la crisis de gobierno lo antes posible. Será el Ejecutivo autonómico quien decida si los nuevos nombramientos, más el cese de Palazón, se ratifican en el Consejo de Gobierno del próximo jueves o si habrá uno extraordinario antes.

Esta remodelación implicaría también la destitución de la actual directora general de Patrimonio Cultural, Rosa Campillo, nombrada por Campuzano tras su incorporación a la Consejería en abril del pasado año como favor a los tres diputados sin partido por su apoyo en la fallida moción de censura.

Se libra de injerencias

De esta forma, Campuzano lograría con su órdago a Miras deshacerse de Palazón, quien en los últimos meses habría actuado a espaldas de la consejera y su equipo, pero sobre todo de la injerencia de sus dos compañeros del grupo parlamentario. La consejera ha defendido que desde prácticamente el inicio de su mandato en el área de Educación y Cultura tanto Liarte como Carrera han querido influir en la gestión de la Consejería obviando el poder de mando de la titular.

Un primer paso para deshacerse de esta presión llegó en verano con la destitución de su jefe de gabinete, ya que, en opinión de ella, marcaba la línea de trabajo del departamento de la Comunidad con las directrices que recibía del grupo parlamentario. Otro paso fue dado en noviembre, momento en el que comenzó a reclamar a Miras la destitución de Palazón al frente del ICA. Cansada de esperar y de que le dieran largas, Campuzano dio un golpe en la mesa con el cese del alto cargo de Cultura el pasado martes.

Carrera y Liarte, que ayer prefirieron no hacer valoraciones sobre las acusaciones de Campuzano, ganarían el poder de decidir los futuros nombres para Cultura y, entre los tres miembros del Grupo Parlamentario de Vox, se comprometerían a mantener la estabilidad del Gobierno pese a que las relaciones entre los dos diputados y la consejera han quedado definitivamente rotas.

Como si de un divorcio con acuerdo mutuo se tratara, las dos partes pactan dar por terminadas sus relaciones con determinadas cesiones y compensaciones. Campuzano pierde el área de Cultura y se libra de injerencias. Liarte y Carrera seguirán nombrando a dos directores generales, aunque esta vez bajo el mando de Ortuño.