La zona de La Gola de La Manga ha amanecido esta mañana con miles de peces muertos. Se trata del quinto día consecutivo en que se encuentran ejemplares sin vida desde la mortandad masiva que tuvo lugar en la madrugada del lunes. La playa de Puerto Bello también ha aparecido con miles de peces muertos en la orilla. Operarios han acudido a la zona para limpiar la playa y han llenado "capazos con quisquilla, cangrejos y demás peces muertos", según han explicado desde ANSE.

Desde la Consejería de Medio Ambiente han movilizado a primera hora de la mañana a técnicos mediomabientales para limpiar estas zonas, a las que se han sumado también las playas del Cavanna, la Cala del Pino, Los Urrutias, Islas Menores y Los Nietos.

Un pez intenta respirar rodeado de ejemplares muertos en el Mar Menor

Un pez intenta respirar rodeado de ejemplares muertos Iván Urquízar

El catedrático de Ecología de la UMU, Ángel Pérez Ruzafa, explicó a este periódico hace unos días que decenas de peces estaban acudiendo a esa zona debido a que el intercambio de agua del Mar Menor con el Mediterráneo favorecía la oxigenación y les facilitaba la respiración.

Ecologistas y plataformas en defensa de la laguna salada han señalado la anoxia como causa de la muerte de miles de peces, tanto alevines como de mayor tamaño con el paso de los días. "Se han encontrado incluso cangrejos azules, que se caracterizan precisamente por tener una gran capacidad de resistencia", señaló ayer el director de ANSE, Pedro García.

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La comunidad científica ha asegurado que no se puede hablar de anoxia aún, si no de hipoxia. Aunque no descartan que finalmente se acaben dando estos día episodios de falta total de oxígeno en algún punto del Mar Menor.

Ayer, la directora general del Mar Menor, Miriam Pérez, solicitó ayuda al Gobierno de España para evitar un posible episodio de anoxia en los próximos días. Y es que este fin de semana es crucial para la situación del ecosistema, ya que la subida de las temperaturas junto con la ausencia de vientos pueden provocar bolsas de agua sin oxígeno que den lugar a una mayor mortandad de fauna marina de la que se experimentó a principios de la semana.