Pasado ya el ecuador del curso escolar el discurso sobre la presencialidad en las aulas ha cambiado drásticamente en cuestión de días en la Región de Murcia. El pasado mes de diciembre el Gobierno regional hizo el amago de analizar un regreso al modelo presencial en las aulas anunciando que a finales de enero, una vez pasada las navidades y viendo cómo se comportaba el virus en las reuniones sociales y familiares, los técnicos de la Consejería de Educación y Salud valorarían esta opción. Hasta ahora la línea marcada era mantener la semipresencialidad en los colegios e institutos por la efectividad que estaba teniendo en la contención de la incidencia del coronavirus en las aulas. Esto provocaba que el 20% de los alumnos de Primaria y los dos primeros cursos de Secundaria faltaran a clase cada día para seguir la docencia de forma online, y un 50% en los dos últimos cursos de Secundaria y Bachillerato, en días alternos.

La presión política por parte de Ciudadanos, socio de gobierno del PP, sumada a la insistencia de la comunidad educativa por un regreso total a las aulas de los alumnos, ha logrado cambiar ese discurso tras bajar la incidencia de la tercera ola.

El tercer trimestre del curso escolar será presencial para los alumnos de Educación Infantil y Primaria de la Región de Murcia. A la vuelta de vacaciones de Semana Santa estos estudiantes podrían regresar por completo a sus aulas si se cumplen dos condiciones: que el 70% de los profesores y trabajadores de los centros educativos de la Región de Murcia hayan recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y que la situación epidemiológica lo permita, esto es si la incidencia de una cuarta ola de la pandemia no compromete el plan de regreso a las aulas y más si en el foco de los epidemiólogos de la Consejería de Salud están las nuevas cepas del coronavirus más contagiosas.

En el caso de los estudiantes de Secundaria, la comisión no ha dictaminado nada para este caso aunque desde la comunidad educativa, e incluso la propia Asamblea regional a través de una moción del PSOE aprobada en noviembre, pedía la presencialidad total para los dos primeros cursos de la ESO.

La comisión mixta de Salud y Educación concluyó ayer que estas serían las dos condiciones para la vuelta a la presencialidad de los alumnos, en ese caso, de Infantil y Primaria. «Estas dos circunstancias pueden avalar una medida que, en todo caso, estará supeditada a que se cumplan estas dos exigencias y que no se produzca una cuarta ola, sobre la que expertos sanitarios comienzan a alertar». Los expertos consideran que el nivel de vacunación del 70% se podría alcanzar en el plazo de unos dos meses. Según Salud todos los trabajadores y docentes de los centros escolares estaría vacunado antes de mayo. Hasta entonces, «se mantendrá un sistema que está ofreciendo buenos resultados y ha permitido situar a la Región entre las comunidades con una menor tasa de aulas en cuarentena y que, desde que comenzó el curso, no se ha visto obligada a cerrar ningún centro».

Los técnicos de Salud y Educación han constatado que «el descenso en el nivel de transmisión es lento y antes de modificar el régimen actual de medidas implantadas en los centros educativos es necesario analizar cómo puede afectar la Semana Santa, cómo se comportan las nuevas cepas y cómo influye la vacunación en docentes y demás trabajadores de los centros».

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No hay «umbrales objetivos»

En respuesta al plan de regreso a las clases, la coordinadora regional de Cs, Ana Martínez Vidal, fue muy crítica con la Consejería al reflejar que genera «dudas» por condicionar la vuelta a la presencialidad «abierta a la aplicación de un criterio subjetivo como la evolución de la pandemia, sin concretar los umbrales objetivos en base a datos epidemiológicos y asistenciales». Algo que, a juicio de la coordinadora naranja, «plantea más dudas que respuestas, máxime teniendo en cuenta que es previsible que tengamos que enfrentarnos a una cuarta ola, y que la inoculación de la primera dosis de la vacuna no produce una inmunidad completa».