El diputado socialista de la Asamblea, Antonio Espín, señaló ayer que «no basta con anunciar que volveremos a la presencialidad en dos meses, cuando esté vacunado el 70% de los docentes y la situación lo permita, porque es como no decir nada». Para el político resulta insólito que la única alternativa «a este disparate» sea la vuelta a la normalidad «sin reducir las ratios y sin gastar un euro en adoptar medidas que permitan mantener la seguridad de nuestro alumnado».

El sindicato ANPE pide que tras acabar la Semana Santa todos los docentes deberían estar vacunados, por lo que pide agilidad en el proceso. El sindicato de profesores reclamaba también como medida complementaria la contratación adicional de entre 500 y 1.000 profesores para garantizar los desdobles de grupos en los centros escolares.