Alhama de Murcia era escenario, a principios de este mes, de una reyerta, cuchillo en mano, por parte de dos grupos enfrentados: unos acusaban a los otros de haberle quitado a sus mascotas, dos guacamayos y un yaco. La Policía Local evitó entonces que la cosa fuese a más: arrestó a varias personas, decomisó un arma blanca de grandes dimensiones y devolvió a los loros robados a su casa, en Mazarrón. La intervención se saldó con varias personas investigadas por robo con fuerza, conducción temeraria y amenazas de muerte con arma blanca.

En octubre de 2020, el Instituto Armado llevaba a cabo la operación ‘Guakayako’, puesta en marcha tras tener conocimiento de que se habían robado en Totana doce aves (de un criadero profesional) y dos más en Molina de Segura (de un domicilio particular), al parecer con el fin de venderlas en el mercado negro. Los animales en conjunto costaban cerca de 26.000 euros y habían sido robados a sus legítimos propietarios. Después de una ardua investigación, la Benemérita pudo recuperar seis pájaros: dos guacamayos y cuatro yacos de cola roja. Los sospechosos localizados entonces habrían robado las aves por encargo, tienen claro los investigadores especializados.

Loro azul.

Y es que el tráfico de aves exóticas es el tercer negocio más lucrativo del mundo, únicamente por detrás del tráfico de armas y del de drogas. Y las psitaciformes (loros, guacamayos, cacatúas…) son el más codiciado objeto de deseo.

Explican desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en la Región que algunas aves «tienen un precio muy alto» y quienes comercian con ellas en el mercado ilícito «intentan sacar un beneficio económico». Detalla el Seprona, por ejemplo, que «una pareja de jacintos azules cuesta cerca de 35.000 euros», por lo que esta especie es «la joya de la corona» en este ámbito.

Ese dineral no es el precio medio de un loro, que oscila entre «los 500 y los mil euros». «Dispongo un ejemplar de guacamayo azul y amarillo, tiene cuatro años y medio, anilla cerrada, es un macho muy bueno y tranquilo; además, regalo jaula», se lee en un conocido portal de Internet de compra venta, donde el anunciante explica que tiene el pájaro en Lorca. Lo vende por 1.500 euros.

Loro azul enjaulado.

El Seprona manifiesta que las personas ya investigadas en la Región no eran integrantes de bandas organizadas ni delincuentes profesionales, sino jóvenes (con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años) que habían considerado que sería buena idea sacar un dinero con esta práctica. De ahí que desde el Cuerpo apostillen que no se está dando un problema flagrante de redes de tráfico de especies protegidas en la Región. No obstante, sí se ha detectado «la entrada ilegal de animales propios de Sudamérica o África, algunos en peligro de extinción», como es el caso de los citados jacintos azules.

Comentan desde el Seprona en la Región que se dan casos de aves protegidas que llegan en avión sin declarar a Barajas «en botellas» y muchas veces acaban muriendo. Y no solo aves: reptiles y hasta primates. Los cuales, sin los controles sanitarios pertinentes, pueden ser muy peligrosos.

"No sabemos ya dónde buscar"

«No sabemos ya dónde buscar», se lamenta Eva Meca, dueña de Lilí, un loro que desde el 1 de febrero falta de su hogar en Cartagena. Aunque la mujer es consciente de que «se me escapó» cuando estaban limpiándole la jaula, está convencida de que ahora mismo lo tiene alguien retenido. Y está dispuesta a dar dinero a quien le ayude a recuperar a este miembro de la familia.

El día que Lilí echó a volar «se asustó porque los perros empezaron a ladrar y salió volando», detalla Meca, que desde entonces está buscando a su mascota. «Es una cosa un poco rara, mi loro no es que sea pequeño», lo que le hace sospechar que no está por la calle, sino que lo han cogido.

La vecina ha puesto el caso en conocimiento «de la Policía Nacional, de la Policía Local y del Seprona de la Guardia Civil», manifiesta. Espera que pronto puedan darle noticias esperanzadoras.

Para quien dé una pista fiable del paradero de Lilí «ofrecemos recompensa», anuncia Eva Meca. «A quien lo tenga, yo le pago» si lo devuelve, remarca. 

En este sentido, recuerda que, tras la difusión por Internet de carteles con la imagen del ave, «se puso en contacto conmigo una mujer que me dijo ‘tengo tu loro’, y me colgó. Luego me escribió por WhatsApp que me iba a mandar una foto, pero me bloqueó». A día de hoy, Eva aún no se explica qué intención tenía esta persona, que, según le comunicó, se encontraba en una provincia andaluza.

Loro extraviado en Cartagena.

Los más de medio centenar de investigadores que el Seprona tiene en la V Zona peinan habitualmente portales de Internet y redes sociales, en busca de personas que traten de lucrarse con el comercio de seres vivos, algo que también supone un peligro para la salud de comprador y vendedor. 

«Neumonía y parásitos»

«Las aves transmiten neumonía, parásitos, de todo», sentencia el Cuerpo. De ahí que se haga hincapié en la importancia de adquirir animales que hayan pasado los pertinentes controles sanitarios. 

Cuando la Benemérita recupera, en una operación, ejemplares aún vivos, los lleva a centros destinados a su recuperación, donde son cuidados para, si es posible, devolverlos a su medio natural. Si no es factible, van al zoo: sacrificarlos no se contempla.