Diez municipios de la Región de Murcia afrontan desde la medianoche de mañana y durante 14 días una serie de restricciones que afectan sobre todo a la hostelería y comercios pero que supone un toque de atención por la incidencia del coronavirus en estas poblaciones. Beniel, Bullas, Ceutí, Cieza, Lorquí, Torre Pacheco y Archena comienzan su andadura en una nueva fase 1 flexibilizada y se unen así a los territorio de Fortuna, Abanilla y Totana, que ya contaban con unas limitaciones especiales. La Región entrará desde este viernes en un confinamiento perimetral, así como un cierre territorial de los 45 municipios. A esta dura restricción que acordó ayer llevar a cabo el Comité de Seguimiento de la Covid en la Región se suman unas limitaciones enfocadas al control sobre bares, restaurantes y comercios que tendrán estos diez municipios que presentan una incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes superior a 500 contagios o cerca de esta cifra, como ocurre en los territorios de Cieza, Abanilla o Totana, que mantenían hasta ayer una tasa de incidencia acumulada en los últimos siete días 494, 489 y 484 respectivamente.

En la reunión que mantuvo este miércoles el jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, con los alcaldes de la Región de Murcia y el consejero de Salud, Manuel Villegas, se detallaron estas medidas que por el momento no implican el cierre de los centros educativos ni de otras instituciones ni organismos. Por lo pronto, el Gobierno adelantó a los regidores municipales que los bares y restaurantes deberán cerrar el interior de sus locales, cuando antes se permitía un 30% de aforo en la fase 1, y en las terrazas se permitirá estar al 100% de ocupación. Los comercios deberán mantener el 50% de aforo en sus establecimientos como ocurría hasta ahora. Desde Salud Pública avanzaron también a los alcaldes de los municipios más afectados que entre las opciones que se barajan en cuanto a limitaciones, y que se darán a conocer hoy tras publicarse en el BORM, está la de emplear franjas horarias destinadas a las personas de alto riesgo para que puedan salir a la calle con más seguridad. Estas medidas tendrán una duración inicial de 14 días, revisable cada siete días según la situación epidemiológica de cada municipio.

Según ha podido saber LA OPINIÓN, los alcaldes de los municipios afectados solicitaron mantener una reunión este jueves para aclarar con el presidente de la Comunidad qué otras restricciones tendrán al entrar a partir del viernes en la fase 1. López Miras accedió a informar a estos regidores y detallar las razones por las que en los últimos días la tasa acumulada de incidencia se ha disparado en estos 10 territorios.

La mayoría de municipios en fase 1 señalan a las reuniones sociales y familiares como los mayores focos de contagios en sus términos municipales, sumado a la detección de brotes en entornos laborales. En municipios como Beniel o Bullas, sus alcaldesas Mari Carmen Morales y María Dolores Muñoz argumentaban que el aumento de contagios en sus localidades se debe principalmente a las actividades sociofamiliares y a los espacios laborales. «Tenemos unidades familiares completas confinadas y lo que he pedido es que analicemos tanto el Ayuntamiento como la Comunidad qué eslabón de la cadena se ha roto para que haya tantos casos en Beniel», remarcaba este miércoles Morales. El alcalde de Torre Pacheco, Antonio León, ponía el foco en las cuarentenas que no se cumplen en su municipio debido a que se han detectado empleados que han ido a trabajar, sobre todo en empresas agrícolas, siendo positivos o contactos estrechos de algún contagiado.

Más efectivos policiales

Entre las peticiones de los alcaldes estuvo el conseguir un refuerzo de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque, según señalaron ayer, casi ningún municipio de la Región puede garantizar el control de sus accesos durante los próximos 14 días. López Miras les avanzó que mañana viernes el Gobierno regional solicitará en una reunión con el delegado del Gobierno, José Vélez, una mayor dotación de agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil. «Son muchos los accesos que tenemos, en Abanilla hay seis, sin contar caminos viejos», señalaba ayer el alcalde de Abanilla, José Antonio Blasco. Para el alcalde de Ceutí, Juan Felipe Cano, «hace falta un refuerzo económico para tener más patrullas en la calle», pues considera que la actuación policial es ahora mismo «imprescindible»: «La Policía es la que hace que se respeten las normas».

La alcaldesa de Archena, Patricia Fernández, confía en las medidas adoptadas por el departamento regional de Salud Pública y avanza que el Ayuntamiento se va a volcar en el cumplimiento de estas restricciones. En Lorquí, su alcalde, Joaquín Hernández, pidió ayer a López Miras «más recursos para la atención sanitaria, que está desbordada». También incidió en que los rastreadores estén en los municipios, para tener un contacto más directo.

El alcalde de Cieza, Pascual Lucas, anunció ayer que el Consistorio va a aportar «un grupo de rastreadores, seis en principio para ayudar en dichas tareas». Estos recursos humanos que va a ceder el Consistorio son funcionarios que han sido reubicados a tal efecto.