El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, afirmó que en materia de agua hay un cambio en la actitud de los regantes del Levante, donde, asegura el líder del Ejecutivo castellanomanchego, ya «no se discute» que hay alternativas a los trasvases.

Page está convencido de que el trasvase del Tajo al Segura «acabará». No obstante, no esta seguro de si él podrá contemplar su final estando todavía en el cargo de presidente de Castilla-La Mancha.

«El trasvase acabará», sentenció Page, «ojalá pero no lo veo fácil que siga yo de presidente cuando acabe, ojalá», señaló a Europa Press en una entrevista, convencido de que «la realidad se impone» y de que hoy en día, en el Levante «nadie discute lo que era discutido por intereses políticos de por medio». Se refería García Page a las desaladoras.

El presidente castellanomachego tiene muy claro que la gestión del agua ya tiene alternativas en el Levante y también que las reservas en la cabecera del Tajo son «raquíticas, prácticamente inexistentes, una quimera», precisó.

Para el líder de Castilla-La Mancha, la reflexión sobre el agua puede ser «compleja y sencilla» a la par en base a que durante bastante tiempo, con otros gobierno en España, los trasvases «han ido a más», convencido de que, objetivamente, hay una actitud mucho más restrictiva de la «voracidad de la mala gestión del agua» en el Levante, «con las derivaciones que nunca».

"Culebrones de verano"

Por su parte, el líder del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, calificó las declaraciones de García Page de «culebrones de verano».

Jiménez afirmó, en declaraciones a Onda Regional, que se trata de «una culebra más del verano de Castilla-La Mancha, concretamente de su presidente, Emiliano García Page, un refrescar la idea antes de irse a veranear».

Considera el presidente del Scrats que no hay ningún regante levantino que defienda que hay una alternativa viable al trasvase Tajo-Segura.