Los regantes del trasvase Tajo-Segura preparan movilizaciones para protestar por la aprobación ayer en el Consejo de Ministros de un envío de agua menor del que habían pedido, y su presidente, Francisco Del Amor, habla ya de "zona catastrófica" con pérdida de 42.000 hectáreas de cultivos hortícolas.

Del Amor subrayó que la solicitud que habían hecho de un envío de 120 hectómetros cúbicos de agua era para salvar el arbolado y no para regar los cultivos, un mensaje que este representante lamentó que no haya sido asumido por los ministros a pesar del amplio informe en el que los regantes detallaban los motivos de la solicitud.

En el informe se llegaba a concretar el número de árboles frutales que se iban a regar (82 millones), la mitad de los cuales se secarán por falta de agua, aseguró al término de una reunión de la dirección del Sindicato Central de Regantes, en la que se decidió convocar el martes una asamblea general para concretar el tipo de manifestaciones que se llevarán a cabo en los próximos días.

Del Amor advirtió de que además del perjuicio al arbolado, habrá la pérdida de 70.000 empleos de temporeros y pérdidas económicas cuantiosas en los sectores auxiliares, como el transporte y comercialización de frutas y hortalizas.

Asimismo señaló el efecto ambiental que supondrá la pérdida del pulmón verde que supone el arbolado para el levante español, que, según comentó, es el freno de la desertización en esta zona.

"La situación es bastante grave y difícil", reiteró a los periodistas apesadumbrado porque los regantes "están alterados" por lo que se les viene encima, dado que se tardan años en hacer productivo un árbol frutal.

A su juicio, en Entrepeñas y Buendía (Guadalajara) "había agua suficiente" como para poder aprobar un desembalse de 120 hectómetros cúbicos, porque Castilla-La Mancha tendría 240 hectómetros y aún quedarían otros 90 de resguardo para el resto de necesidades.

También aseguró haber recibido la llamaba telefónica de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quien le adelantó la posibilidad de abrir los pozos de sequía, al mismo tiempo que apuntó la necesidad de ampliar las ayudas a los regantes por los efectos de la sequía.