Viernes de Dolores

Los cartageneros arropan a su patrona con miles de flores

Unas 2.000 personas acudieron en desfile a la Basílica de la Caridad para demostrar su devoción a la Virgen

El amor que los cartageneros profesan por su patrona, la Virgen de la Caridad, en la que se apoyan todo el año y a la que vuelcan sus inquietudes y sus alegrías, queda plasmado este Viernes de Dolores en forma de flor. Desde la mañana, el goteo de fieles que pasó por la basílica para depositar su ramillete fue continuo.

Esta tarde se ha realizado una ofrenda floral mucho más masiva. Un total de 48 grupos, asociaciones de vecinos, cofradías, partidos políticos, colectivos festeros y de carácter social, congregaron a unas 2.000 personas en la plaza del Ayuntamiento, todos ellos luciendo el traje típico cartagenero. A partir de las 17.00 de la tarde partió el desfile, con los miembros del Gobierno en cabeza. La alcaldesa, Noelia Arroyo, vestida con el traje típico cartagenero, portaba una corona de flores junto al concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba. La vicealcaldesa, Ana Belén Castejón les acompañaba también en su paseo por las calles del casco antiguo.

Rondallas, grupos de coros, de danza y bandas de cornetas y de tambores formaron parte del desfile, que recorrió las calles Mayor, Puerta de Murcia, Santa Florentina, Parque, Plaza Puertas de la Serreta y calle Serreta, hasta llegar a la Iglesia de la Caridad. Una vez en la basílica, los devotos colocaron sus flores para completar los dos mosaicos que lucen en la entrada del templo como muestra de cariño y fervor hacia la Virgen y a los valores culturales de la ciudad.

Los cartageneros abarrotaron las calles para ofrecerle flores a la patrona.

Los cartageneros abarrotaron las calles para ofrecerle flores a la patrona. / Loyola Pérez de Villegas

Desde antaño hasta hoy vecinos de pueblos y diputaciones han peregrinado hasta la ciudad para mostrar su devoción a la patrona. Es el caso de Elisa, que se acercó hasta el centro en autobús acompañada de una treintena de vecinos de La Aljorra, pequeños y mayores. Una cartagenera devota que “lleva 27 años, desde que tenía tan solo 3”, formando parte de esta tradición, según cuenta. Y lo ha hecho desde entonces ataviada con el mismo traje de cartagenera que porta desde entonces, al que con el paso de los años, conforme ha ido creciendo, ha ido añadiendo listas. Elisa llevó a la Virgen cuatro rosas rojas en lugar de claveles, pues según explica, esto era típico de aquellas personas más pudientes, que vestían trajes con pedrería.  

Entre la multitud destacaban las vecinas de Canteras, que lucían un traje que las diferenciaba del resto. Según cuenta María Jesús, una de las encargadas de confeccionar el atuendo allá por 2006, la vestimenta está inspirada en la que llevaban antaño las segadoras del campo de la zona oeste. Diseñado en base a fotos antiguas, consiste en un pañuelo atado a la cabeza, un sombrero de paja “para protegerse del sol”, una blusa blanca, un refajo y esparteñas en los pies.

El cariño a la Virgen también lo profesan los jóvenes, como es el caso de Irene, reina de la fiesta de La Puebla, y de sus amigas y damas de honor, Alicia y Yolanda. Las tres tienen 19 años, pero llevan acudiendo a la ofrenda desde pequeñas, movidas por “una sentida y bonita tradición”. Menos Alicia, según confesaba. Aún así en ella ha despertado hace poco “un gran valor sentimental” por su patrona que le ha hecho formar parte de este  colorido acto.