Medio Ambiente

Los vecinos denuncian nuevas obras en la Cala del Pino de La Manga

Ayuntamiento y Consejería aseguran que la empresa que construye un chalet tiene todos los permisos

Parcela en obras en la Cala del Pino, en La Manga.

Parcela en obras en la Cala del Pino, en La Manga. / El Latido

Vecinos de la La Manga denunciaban ayer la urbanización de un chalet en la Cala del Pino, uno de los escasos espacios naturales en la franja de arena, y la supuesta destrucción de especies protegidas de flora por las máquinas que están realizando las obras. La construcción de esta vivienda contaría con licencia urbanística y la autorización tanto del Ayuntamiento de Cartagena como de la Consejería de Medio Ambiente, según señalan ambas a consultas de este medio.  

En declaraciones de María Cruz Ferreira, directora general de Medio Natural, la promotora puede llevar a cabo la obra en estos terrenos catalogados como urbanos aunque tendrá la obligación de dejar, como medida correctora, «una parte de la parcela sin construir para conservar las especies de flora», y que este terreno sirva de ubicación para replantar los ejemplares eliminados en el resto de la parcela, «que sí se transforma». El Ayuntamiento asegura, a su vez, que la vivienda no está condicionada por la moratoria urbanística de la Ley del Mar Menor, ya que los trámites se iniciaron antes de aprobar la norma. 

Los agentes medioambientales se han personado en la obra y, tras entrevistarse con los responsables de la empresa, «han comprobado que se están respetando las condiciones impuestas». Los permisos para la construcción de la casa se comenzaron a gestionar hace dos años y ahora cuenta «con las autorizaciones de la Consejería de Cultura, del Ayuntamiento de Cartagena, del Ministerio de Transición Ecológica y de Medio Ambiente».

Hay un amplio condicionado que, a juicio de los agentes, no se ha incumplido, «ya que algunos aspectos requieren tiempo, como es el caso de las especies protegidas de flora afectadas, de las que se ha obtenido germoplasma para utilizarlos en otros emplazamientos libres de afecciones».

La Cala del Pino es una de las pocas áreas naturales de La Manga que quedan sin urbanizar, aunque está cercada por un número considerable de viviendas que aumenta la presión urbanística sobre el entorno. La protección de la cala ha sido ampliamente demandada por los vecinos y organizaciones ecologistas, para evitar que futuras promociones urbanísticas acaben con el poco terreno sin construir que queda en esta franja del Mar Menor.