«Vecino de Cartagena, si estás cansado de sentirte inseguro, acompáñanos en caravana». Así instaban los agentes de la Policía Local de Cartagena a los ciudadanos para que se sumasen a su movilización, este sábado por la tarde, en las calles de la ciudad.

Los agentes, afirman algunos de los afectados, están hartos de sentirse ninguneados por su Ayuntamiento y de soportar unas condiciones profesionales precarias, al tiempo que se juegan la vida para desempeñar su trabajo. Un ejemplo de ello es lo que acontecía recientemente en la Urbanización Mediterráneo, cuando un aviso por ruidos desembocaba en una batalla campal, con doce policías locales y nacionales heridos

Apenas horas después, la noche de San Juan también se saldaba con disturbios: tres menores de edad eran detenidos, uno de ellos por atentado contra un agente de la autoridad.

Con este panorama, a los policías locales de Cartagena «nos quedan la dignidad, la profesionalidad y la vocación, que no nos quitarán», destacan los convocantes de la protesta de este sábado, los sindicatos CSIF y UGT.

La manifestación partió del estadio Carthagonova, para recorrer distintas arterias de la ciudad, pasar por la puerta de los juzgados y acabar en el centro comercial Mandarache. En la movilización participaron tanto policías como ciudadanos comprometidos con su lucha. Y es que los municipales, al igual que los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, están acostumbrados a jugarse la vida en actuaciones cuya peligrosidad hace que se ponga en riesgo su integridad física. Es lo que pasó en Urbanización Mediterráneo (a un agente le golpearon con un casco de moto, a otro le apuñalaron con un destornillador) y lo que pasa habitualmente, indican, en zonas como la barriada de Las 600, tristemente conocida por la compraventa de sustancias estupefacientes y los tiroteos.

Un momento de la manifestación de policías, en caravana de coches, este sábado en Cartagena. Loyola Pérez de Villegas

«Lejos de avanzar retrocedemos en derechos», consideran los policías locales, que afirman que el actual equipo de Gobierno municipal, con la popular Noelia Arroyo a la cabeza, «empeora las condiciones de prestación de servicios extraordinarios».

Agravio comparativo

El conflicto, apuntan los afectados, está «avivado» por «la imposición de la concejala Esperanza Nieto de cubrir las necesidades con horas extras, y fuera del acuerdo que ella misma suscribió en 2020, y que sí respeta en colectivos como los Bomberos».

Los municipales insisten en que ellos tienen «voluntad de dialogo» e instan al Consistorio a poner en marcha «una verdadera negociación», especialmente de cara a los meses de vacaciones estivales, cuando Cartagena, como municipio costero, multiplica su población. Y, a más gente, más frentes abiertos, como los botellones de Cabo de Palos.

Los policías locales inciden en que solo piden «unas dignas condiciones laborales, económicas y de modernización», dado que, aseguran, también les falta material: algunos vehículos son obsoletos, por ejemplo.

En el ámbito humano, comentan que «se han denegado excedencias voluntarias porque hace falta» personal y remarcan que «ahora, en verano, hay turnos donde van a faltar policías locales en La Manga».