La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Semana Santa de Cartagena

Los californios iluminan la noche de Cartagena

La Cofradía sale a las calles en una procesión con la Misericordia y el Rosario llena de emoción

Mujeres portando el trono con la Despedida de Jesús de la Santísima Virgen. Iván Urquízar

El orden, la luz, el color, la flor y la música que caracterizan a la Semana Santa de Cartagena han vuelto. Al anochecer del Viernes de Dolores la Cofradía California daba comienzo a su procesión más joven, la del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos

Cientos de cartageneros abarrotaron la entrada de la Iglesia de Santa María de Gracia para aguardar a la salida de los desfiles. Como si la pandemia hubiera sido un espejismo, la gran mayoría de ellas no llevaba mascarilla pese al ambiente masificado.

Con gran puntualidad, a partir de las 21.00 de la noche, comenzaron a marchar los primeros nazarenos al unísono al son de los tambores. En la calle aire se palpaba la emoción contenida tras dos años sin ver procesiones. La ilusión y la alegría de volver a ver los tronos era inconmensurable. Gente de todas las edades estaba ansiosa por recuperar el sentir pasional de tan señalada fiesta. 

Los guiones fueron los primeros en desfilar, encargados de mantener el ritmo de la procesión. A estos le sucedieron los numerosos tronos, todos recibidos con grandes aplausos. El olor del incienso inundaba la calle y las golondrinas revoloteaban por el cielo, como si celebraran la vuelta de la Semana Santa a la ciudad.

Algunas lágrimas caían por el rostro de los más fervientes al ver las primeras figuras, todas ellas talladas por el escultor murciano José Hernández. Fina, vecina de Cartagena, apenas podía expresar con palabras lo que sentía tras ver de nuevo a las figuras que lleva viendo desde que era tan solo una niña. “Es tremendamente emocionante”, expresó al borde del llanto. Su compañera, que declaró “ser fan de la Virgen”, destacó que la vuelta de las procesiones son una “riqueza para Cartagena y para los trabajadores, ya que atraen a muchos visitantes a la ciudad”.

Todo discurrió según lo previsto, salvo en el caso del grupo de Jesús y María en casa de Lázaro, que tuvo que parar antes de tiempo debido a una avería en el funcionamiento de la dirección. Gritos de “¡Guapa!” y “¡Viva! se escuchaban al paso de las Vírgenes.  

Paco, residente en la ciudad portuaria toda su vida y reconocido californio, expresó su “tremenda alegría” por la vuelta de las procesiones. “Llevo toda la vida viendo los desfiles. Con respeto al resto de procesiones de España, me gusta más esta Semana Santa que ninguna. Ese orden, esa luz y las flores en los tronos son incomparables”, afirmó. Por otro lado, Isidoro, que bajó desde Los Dolores con su mujer, su hija y sus nietos, aseguró que “es increíble la cantidad de gente que hay y la pasión que se respira en el ambiente”.

Antonio, que también se acercó a vivir los desfiles con toda la familia, manifestó su “alegría por la vuelta a la normalidad en Cartagena” y por “vivir un ambiente tan especial”. A lo que añadió que “la Semana Santa es la fiesta por antonomasia de la ciudad” y para él, “la más importante que se celebra al cabo del año”, ya que “es parte intrínseca de los cartageneros”.

Compartir el artículo

stats