La Opinión de Murcia

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Semana Santa de Cartagena

Miles de cartageneros dejan flores a la patrona

Un total de 47 grupos, formados por unas 2.000 personas, arroparon a la Virgen de la Caridad con su ofrenda

Ofrenda floral a la Virgen de la Caridad Ivan Urquizar

Si una cosa ha quedado patente hoy en Cartagena es que la devoción hacia su patrona, la Virgen de la Caridad, es inmensa. Miles de personas, muchas de ellas ataviadas con el traje típico cartagenero, se congregaron en la tarde de este Viernes de Dolores para llevarle flores.  

La comitiva conformada por 47 grupos y unas 2.000 personas partió a las 17.00 desde la Plaza del Ayuntamiento hacia la Iglesia de la Caridad. Asociaciones de vecinos, cofradías, agrupaciones, bandas y representantes del propio Consistorio acudieron a la cita. Niños, ancianos y adultos emprendieron su marcha al ritmo de los tambores. El desfile transcurrió por la calle Mayor, Plaza de San Sebastián, Puerta de Murcia, Santa Florentina, Parque, Plaza Puertas de la Serreta, Serreta y culminó en la Basílica de la Caridad.

Noelia Arroyo, que vestía por primera vez el traje típico cartagenero como alcaldesa de Cartagena, iba de la mano de la hija de Juan Pedro Torralba, el concejal de Seguridad Ciudadana y Vía Pública, que también acudió. La vicealcaldesa, Ana Belén Castejón les acompañaba en su paseo por las calles del casco antiguo.

Bandas de gaitas, cornetas y tambores, agrupaciones de coros y danzas, rondallas y cuadrillas del Campo de Cartagena actuaron a la llegada del desfile ante la patrona. Una vez en la Basílica los devotos colocaron su ramo de claveles blancos, rojos y rosas para confeccionar el manto floral que abrazó a la Virgen. 

Además, durante toda la jornada los ciudadanos pudieron acercarse hasta las puertas del templo para depositar su ofrenda floral. Empleados municipales se encargaron de recoger las flores para componer el mosaico sobre la estructura que adornaba la entrada a la Basílica.

La cartagenera María José, que asistió este viernes a su cuarta ofrenda floral, afirmó que participa en este evento “por fe y devoción a su patrona”. Además, aseguró que quiere “mantener firme la tradición de la ofrenda y de lucir el traje típico de la ciudad”. Este año María José añadió un nuevo elemento a su atuendo, la mascarilla. “Creo que se debe tener precaución todavía”, recalcó.

Josefa, del club de mayores de La Aljorra y ataviada para la ocasión, lleva desde el 1985 dejando su ofrenda a la Virgen y este año no podía ser menos. “Es una satisfacción muy grande poder hacer la ofrenda de nuevo”, declaró visiblemente emocionada.

Juan Manuel Ayaso, presidente de la Junta Vecinal de La Puebla, acompañado por los suyos, tampoco quiso perderse el evento. “Llevamos 20 años viniendo a ver a la patrona y teníamos muchísimas ganas de volver a la normalidad y de ofrecerle nuestra ofrenda a la patrona”, afirmó.

“Llevamos esperando con ilusión todo el año y más después de la pandemia. Hoy celebro que ya por fin podemos salir a la calle sin mascarilla”, destacó María Ascensión a las puertas del Ayuntamiento de la mano de su hija de 11 años, “que lleva acudiendo a la ofrenda floral desde que tenía apenas unos meses”. “Es la felicidad del año”, decía la pequeña.

La ofrenda floral reunió, como es costumbre, a varias generaciones. María Eugenia, que acudió junto a la Asociación de Vecinos de Ciudad, acudió junto a su hija Camino y a sus nietos. “Llevábamos dos años con el vestido guardado y teníamos ganas de sacarlo para que se le fueran las polillas”, dijo con una sonrisa de oreja a oreja. María Eugenia fue la que transmitió a sus hijos y nietos la costumbre de visitar a la patrona en su día grande y la que se encargó de confeccionar con sus propias manos los vestidos que portan. A la pregunta de si le había pedido algo a la Virgen, María Eugenia respondió que “está cansada de oírme hacerlo todas las noches”.

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