Botellas vacías, bolsas de plástico y decenas de latas. Así llevan las playas del litoral cartagenero amaneciendo durante los fines de semana este mes de agosto.

La ausencia de ocio nocturno y ambiente en los locales a pie de playa durante este verano ha provocado que cientos de jóvenes opten por trasladar la fiesta a orillas de las playas del Mar Menor, como la de El Vivero, en La Manga o la de El Portús, al oeste del municipio. Allí se dan cita los sábados a medianoche y, hasta altas horas de la madrugada, beben alcohol en la vía pública, una práctica ilegal donde además no existen medidas de seguridad frente al coronavirus.

Sin embargo, las consecuencias van más allá. Cuando vecinos y turistas se topan con las playas llenas de residuos los días más concurridos de la semana.

Aún así, desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Cartagena, confían en que el botelleo acabe con la llegada del mes de septiembre. «Aunque mantendremos la vigilancia en las playas para evitar que se formen aglomeraciones y disuadir a los jóvenes que acudan a hacer botellón, esperamos que la afluencia disminuya a partir de este mismo fin de semana», indican fuentes del Gobierno municipal a este diario.

El botelleo se trasladará al centro en septiembre

Aunque el Ayuntamiento de Cartagena espera que el verano acabe con la problemática del botelleo, desde el sindicato profesional de Policía Local de FeSP-UGT en Cartagena, advierten a la Administración local que el botellón no desaparecerá, sino que se trasladará a las calles del centro, como ya ocurrió durante el invierno el 2020.

Por este motivo, no contemplan un refuerzo de efectivos de Policía Local en La Manga, ni resto de la costa cartagenera.

No obstante, desde el sindicato profesional de Policía Local de FeSP-UGT (SPL-UGT) en Cartagena, aseguran que el pasado fin de semana llegaron a concentrarse 1.500 jóvenes en la playa de El Vivero, siendo imposible que las patrullas destinadas a vigilar La Manga del Mar Menor pudieran hacer frente a la situación.

Así, recuerdan que llevan años tratando de poner en marcha un «plan de choque» conjunto, ideado por los agentes y el colaboración con la Concejalía de Seguridad, para atajar el problema del botelleo. «Para acabar con el problema de raíz y proteger tanto a los hosteleros, como a los turistas, es necesario determinar un protocolo de actuación que contemple la evacuación de los jóvenes», explica Juan José Salas, delegado sindical de UGT. Aún así, advierte que para que este plan pueda llevarse a la práctica, también es necesario incrementar el número de efectivos.

Más trabajo para las brigadas

Los agentes de la Policía Local de Cartagena no han sido los únicos que se han visto desbordados a causa del botelleo en las playas. Por segundo fin de semana consecutivo y con el Mar Menor aún en estado crítico, las brigadas de limpieza del Ayuntamiento de Cartagena se desplazaron hasta las playas para su puesta a punto antes de la llegada de los turistas tras los macrobotellones.