Ni traidores ni desleales. El presidente de la patronal cartagenera COEC, Diego Illán, no está dispuesto a que estos adjetivos se apliquen al colectivo que representa por la lucha que mantienen con la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (CROEM) por ocupar una plaza en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria.

Illán aprovechó ayer la celebración de la XII Jornada para dirigentes empresariales para hacer ayer un llamamiento a la unidad y a la serenidad. Para el dirigente empresarial este llamamiento no es contradictorio con el hecho de que los servicios jurídicos de la COEC estén elaborando un informe sobre las consecuencias de segregarse de la CROEM cuyo avance estará listo antes de Navidad.

«Nosotros no somos contradictorios. En Cartagena, hemos dado ejemplo de unidad empresarial desde siempre. Yo estoy en contra de la radicalización pero toda esta situación es consecuencia de unas actuaciones unilaterales. Lo que no es de lógica es que yo, que soy vicepresidente de CROEM, me tenga que enterar por un amigo de que dos días antes se ha reunido la directiva de este organismo y han decidido nombrar al representante en el Puerto, eso sí es deslealtad», destacó Illán.

Asimismo, el presidente de COEC echó en cara a Miguel del Toro, que no asistió a la jornada de ayer, que suspendiera la reunión que tenían previsto celebrar para debatir este tema «alegando razones incomprensibles».

A pesar de esto, Illán insistió en que los empresarios cartageneros quieren unidad, tras lo cual reiteró que antes de Navidad analizarán el informe jurídico para conocer las consecuencias de una posible separación de COEC de la CROEM.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena, Miguel Martínez, reivindicó durante el encuentro empresarial el papel protagonista del órgano que representa «en la toma de decisiones de organismos establecidos en la comarca de Cartagena», en clara alusión a la disputa que también mantienen con la Cámara de Comercio de Murcia por ocupar el único sillón del Puerto que está reservado a estos organismos.

Asimismo, la nueva normativa estatal que exime a las empresas de pagar las cuotas a las Cámaras de Comercio mereció duras críticas por parte de Martínez, que recordó que el papel fundamental de estos organismos para la internacionalización de las empresas, el desarrollo de las pymes y la creación de nuevos negocios. «Espero que nos reinventemos», señaló.

Marín se lava las manos

Por último, el consejero de Universidades y Empresa, Salvador Marín, dijo que el Gobierno no intervendrá en esta disputa entre empresarios. «Los empresarios serán capaces de llegar a la mejor solución para ellos», resaltó