Buzzeando

Un ganador de la lotería, obligado a gastar casi 20.000 euros semanales

Se ha llevado el premio más grande de la historia, pero con el dinero han llegado también los dolores de cabeza

Administración de lotería.

Administración de lotería. / EUROPA PRESS

Paula M. Gonzálvez

Paula M. Gonzálvez

La suerte acompañó a un joven de 30 años que fue agraciado con cerca de 1.900 millones de euros en la lotería. Es decir, ingresó alrededor de 1.000 millones, dado que la diferencia se la llevaron los impuestos.

Castro se hizo de oro e invirtió en el ladrillo con la adquisición de viviendas de lujo. En un principio, compró una mansión de 24 millones, otra de 3,5 millones y una tercera de más de 45 millones. Sin embargo, con el dinero que le llenó los bolsillos llegó también la intraquilidad.

Todo el país supo rápidamente la identidad del ganador, dado que la ley del estado de California, en el que reside Edwin Castro, requiere que se revelen los nombres completos, aunque él hubiese decidido no asistir a la rueda de prensa en cuestión. Por ello, el joven dejó de sentirse seguro sabiendo que todo el mundo tenía constancia de que sus cuentas se habían engrosado con la máxima suma de la historia del sorteo (llamado PowerBall) en Estados Unidos, según recoge La Vanguardia.

Una vez que ya se conocía su nombre, los focos estaban puestos en él, y le pillaron saliendo del banco con un sobre lleno de billetes para subirse en un Porsche antiguo valorado en más de 235.000 euros. Esa es la razón por la que el hombre gasta casi 20.000 euros a la semana en seguridad, para que se le proteja durante las 24 horas de los siete días. El equipo que ha contratado está formado por tres guardias que se organizan en turnos. En Estados Unidos, un guardaespaldas con experiencia cobra entre 85 y 125 dólares por hora.

Antes de hacerse con el premio, Castro vivía en una casa en ruinas que se encontraba situada frente a una gasolinera. Precisamente fue en la estación de servicio donde compró el décimo de lotería.

Batalla en los tribunales

La seguridad no es el único dolor de cabeza de Castro. Poco después de hacerse con la suma, fue acusado de haber robado el décimo premiado. Según el demandante, el chico, que era su antiguo inquilino, cobró ilegalmente el dinero después de robarle la papeleta. Por su parte, la oficina de Loterías de California ha manifestado que el premio pertenece a la persona que posee el décimo premiado, idependientemente de quién lo comprara.

El hombre negó el robo en una entrevista concedida al New York Post, aunque admitió que el denunciante era su casero -le alquilaba una habitación en su vivienda- y le había enseñado el número. Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae...