Publica una "monstruosidad arquitectónica murciana" y se echa encima a todo Internet

El edificio, abandonado, saqueado y sin terminar de construir, es uno de los cadáveres más representativos del estallido de la burbuja inmobiliaria

La monstruosidad arquitectónica murciana que pone en pie a Internet

La monstruosidad arquitectónica murciana que pone en pie a Internet

Algo tan sencillo como compartir una foto cuando vamos o venimos en coche puede hacerse viral si, casi por casualidad, las redes encuentran algo destacable en ella. La actualidad, la costumbre o la simple curiosidad son algunos de los factores que pueden provocar que una publicación aleatoria se haga viral, pero en la mayoría de las ocasiones hay una historia detrás.

Así ha pasado con una imagen de la tuitera murciana Lucía Iniesta, estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Murcia, que el pasado miércoles 15 de noviembre subió una foto saliendo de Murcia, donde se puede ver la Torre Lucas en la inmensidad del polígono industrial de Barranco Molax.

Aunque la mayoría de comentarios que han viralizado la solitaria imagen de este edificio aluden a su "monstruosidad" (para Maria Riquez solo equiparable con la rotonda de Miguel Indurain y las torres 'Vaporwave') o a la voluntad de "romantizar Murcia" que también se popularizó hace unos meses en redes sociales, la historia de este esqueleto se suma a los cadáveres de hormigón que abundan en la Región de Murcia.

Si bien los vestigios de la trayectoria política de Pedro Antonio Sánchez, recientemente condenado por el Caso Auditorio, son los más conocidos, todavía existen otros muchos que forman parte del acervo murciano, como el 'Huerto del Emir' o la mencionada 'Torre Lucas'.

El edificio que despide a los murcianos cuando salen de Murcia desde la autovía A-30 en dirección Albacete es el esqueleto vacío de lo que en su día se proyectó como edificio de oficinas. El predio comenzó a construirse en 2006 e iba a ser el buque insignia de un polígono industrial que, de momento, sigue siendo un descampado. La estructura que cuenta con 16 plantas y 58 metros de altura no ha tenido utilidad conocida hasta la fecha, pero ha sufrido varios intentos de saqueo y apariciones en informativos como ejemplo de uno de los cadáveres que dejó el estallido de la burbuja inmobiliaria.