The Sitting Room, en Murcia, acogió el pasado jueves, 3 de diciembre, la presentación de Manteca, el segundo volumen del proyecto enológico-musical Win&Songs, que dirigen el creativo murciano Jorge Martínez y el distribuidor Tomás García, y que pretende innovar en el mundo de la enología a partir de la inclusión de la música como un nuevo ingrediente-factor en la elaboración de un vino.

A partir del trabajo del enólogo Ignacio de Figueroa, la devoradora musical Gladys Palmera ha hecho una selección exclusiva, formada por nueve temas de su colección privada, considerada por muchos como la mejor colección de música latina del mundo. Salsa y sonidos afrocubanos se unen a este vino único, elaborado con tinta fina del país, y con una crianza de 14 meses en barricas de roble francés, que ha sido sometido a escuchas musicales en el interior de Bodegas Raíz de Guzmán, en Roa, Burgos, corazón de la Ribera del Duero. La selección musical utilizada en este segundo volumen comienza con un clásico del bolero, interpretado en tiempo de latín jazz: Bésame mucho. Le sigue un grupo de chicanos y cubanos interpretando un guapachá, La palomilla, y continúa un cha cha chá con una poderosa orquestación, Guayaba.

El siguiente ritmo es una guaracha festiva y alegre tocada por un combo, El coco. Luego llega el boogaloo, mezcla de Caribe y soul, con Yo traigo Boogaloo. Y, en seguida, un frenético mambo Arturo´s Mambo. Vuelve el boogaloo con un grupo juvenil de los años 60, Let´s Dance the Boogaloo, un sexteto tocando otro rico cha cha chá, Que son uno. Y cierra una gran banda interpretando una descarga final, Why? Why Not!.

Wine&Songs vuelve a unir así dos mundos fascinantes, complejos y universales, como son el vino y la música, para crear una nueva versión de Ribera del Duero de entusiasmo y alegría desbordantes. En definitiva, un vino para bailar y gozar.