Hay cosas en las que tengo que dar la razón al presidente de la CROEM, don Miguel del Toro, pero especialmente en una, en la que, además de la razón, inclino la cabeza ante él: coincido plenamente en que con don Manuel Pérez de Lema todo esto de los sillones del Puerto de Cartagena no estaría ocurriendo.

Con don Manuel, a quien se le hubiese ocurrido la sola idea de la separación COEC-CROEM le habrían caído rayos y truenos cual castigo celestial. El Superpresidente Pérez de Lema era de todo menos tonto, y sabía que tal cuestión no era planteable, pero también lo sabían sus contrincantes, por lo que él nunca plantearía la salida de CROEM, pero a ésta no se le hubiese ocurrido quitarle el sillón del puerto a COEC.

Tampoco era esquivo don Manuel a la verdad y a sus interpretaciones. Lo que decía se entendía alto y claro y sin dudas de su veracidad. Jamás a ser humano alguno se le ocurriría insinuarle que faltaba a la verdad. Hombre íntegro como el que más, amante de su ciudad, fiel a sus amigos, cumplidor de sus promesas, era respetado por sus aliados y por sus enemigos.

Si alguna vez se me ocurría cuestionarle algo en una reunión, con tan solo su mirada era suficiente para hacerme callar. Pero no se crean, no,

que transmitía cabreo. No. Sucumbías de buen grado porque sabías que al final tenía razón.

Formado y educado empresarialmente por don Manuel, de lo que me siento muy orgulloso, me cuesta opinar sobre qué versión de lo

acontecido entre Illán y Del Toro es la verdadera, pues ambos son personas de reconocida honestidad y veracidad. Lo único que está claro es que uno está soltando ´una trola de patio de colegio´, al ser sus versiones contradictorias. Illán y Del Toro, dos presidentes y una ´trolilla´ puntual.

Los ´croemcianos´, pro-Del Toro, ¡que van a decir! Pues que su presidente tiene toda la credibilidad, pero, además, lo deben decir y dicen sin ningún tipo de miedo ni inseguridad, expresando su opinión en libertad. Los ´coeccianos´, pro-Illán, deben estar diciendo y dicen por ahí que su presidente también dice la verdad, pero con la voz alta en la oficialidad y la rumorología en la trastienda. Ay del que opine lo contrario, ´aviado va´.

Puestas así las cosas, lo que se puede afirmar rotundamente y sin ningún tipo de dudas es que en la cúpula empresarial uno de los dos presidentes está colocándonos una incierta versión de unos hechos, lo que no le inhabilitaría para el puesto, pues su credibilidad, incuestionable hasta el momento, no tiene que verse afectada por una pequeña ´trola colegial´ pero sí, cuanto menos, lo desacredita ante la opinión pública. En términos taurinos, y con todo el respeto del mundo, dicen las malas lenguas que el toro no es el que sostiene el engaño. Yo, por si acaso, me abstengo de opinar, no vaya a ser que el que esté soltándola sea Illán y lo cuestionen como ´presi´, y cuando venga el ´sobrero´ seguro que es peor.

Y hablando de toros, menuda faena taurina le está dando la Cámara de Murcia a la de Cartagena, que no conforme con la bajada de pantalones de su presidente, le pide la bajada de los slips. Le hubiesen faltado ´lereles´ a la Cámara murciana si al frente de la Cartagenera hubiese estado, bien Pérez de Lema o Mariano Rosique. Los dos los tenían bien puestos. Esos sí eran dos pedazos de presidentes empresariales, ejemplo de tolerancia e inteligencia y, como el bergantín de Espronceda, «que llaman por su bravura el Temido, con cien cañones por banda»… Bien puestos.

De momento, las dos orejas y el rabo para la Cámara de Murcia.

Así nos va.