«Entre los imputados echamos en falta a la estrella de la película, que es el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, que ejercía como presidente del consejo de administración de Emuasa y sabía en todo momento lo que estaba ocurriendo en el río». Estas frases fueron pronunciadas en marzo del 2003 por la entonces portavoz de IU en el Ayuntamiento, Concha Hernández, cuyo grupo fue el que interpuso la denuncia ante los tribunales por la contaminación del Segura. La coalición de izquierdas siempre consideró responsable de los vertidos al Gobierno local y más concretamente al que fuera alcalde de Murcia y así mostró su sorpresa ante la calificación del Ministerio Fiscal y ante la decisión del juzgado de llamar a Cámara como testigo y no como imputado. Para el grupo de oposición, era increíble que estuviera imputado la máxima autoridad de Alcantarilla y no lo estuviera la de la capital de la Región, que delegó la responsabilidad en el gerente de la empresa municipal de Aguas (Emuasa), José Luis Hervás, que se enfrenta en este caso a una petición de un año de prisión, la misma pena que solicita el fiscal para Lázaro Mellado, exalcalde de Alcantarilla y actualmente gerente del Centro Integrado de Transportes (Citmusa). En su declaración como testigo, Cámara afirmó que «la parte técnica no me informó de las características de los vertidos y no recuerdo que me hablara de la apertura de ningún expediente» e insistió en que pese a ser presidente del consejo de administración de la empresa de aguas no estaba al corriente de los vertidos que se estaban realizado, afirmación que rechazaron tanto la parte técnica de Emuasa como la formación de izquierdas que interpuso la denuncia. Precisamente, en el juicio que se inicia el 13 de noviembre irán como testigos a petición del fiscal tanto el exalcalde de Murcia Miguel Ángel Cámara como la que fuera concejala de IU en esos momentos y portavoz de ese grupo, Concha Hernández.