Si hace cuatro años la cofradía de la Misericordia cesó al cabo de andas del Cristo, ahora es el turno de Daniel Sánchez Melgarejo, cabo de andas de la Virgen, quien hace unos días recibió la noticia de que la Junta de Gobierno había decidido sancionarle, cesándolo de su cargo y expulsándolo de la cofradía durante cinco años. El silencio en torno a esta notificación es patente, ya que tanto el presidente de la Misericordia, José Antonio García, como el propio afectado, no han querido pronunciarse al respecto. El cabo de andas cesado tan solo aseguró ayer a LA OPINIÓN que recurrirá la resolución y que prefiere no hacer declaraciones, ya que «no quiero hacer daño a mi cofradía ni a la Semana Santa».

Las faltas graves que se le imputan a Sánchez son «la inobservancia de las constituciones y el no cumplir con la mayor disciplina las funciones que le hayan sido encomendadas». Asimismo, la Junta de Gobierno de la Misericordia mantiene que el cabo de andas de la Virgen ha cometido cuatro faltas muy graves: «No cumplir ilegítimamente las decisiones adoptadas en Cabildo o Junta de Gobierno, causando daño a la misma; menospreciar o despreciar, dentro de la procesión o fuera de ella, a los superiores jerárquicos de la cofradía; la comisión de dos o más faltas graves, cometidas de forma simultánea o, siendo separadas, cuando no hubiera transcurrido un año desde la primera resolución sancionadora; y cualquier dejación de funciones encomendadas por su superior jerárquico y, en particular, las encomendadas por los miembros de la Junta de Gobierno, así como causar irregularidades no subsanadas».