El párroco de Santa Catalina, Jesús Carrasco Niño, es la segunda vez que se enfrenta a un robo en su iglesia. Es una situación que a muchos puede llegar a asustar y tal y como aseguró ayer a LA OPINIÓN, "al llegar a la iglesia y ver la puerta abierta, entré con mucho miedo". En el primero de los robos la iglesia contaba con alarma y en esta ocasión no ha sido así, ya que "es un dispositivo muy caro y tampoco solucionó nada en el primer robo", aseguró.