Vecinos del paraje de Las Terreras, perteneciente a la pedanía lorquina de La Paca, han iniciado movilizaciones para impedir la construcción de una granja porcina con capacidad para unas 2.000 cabezas de ganado a escasos metros del cementerio. Afirman que dicha construcción puede ser legal, pero no moral y ética por el respeto que hay que profesar a las personas que han fallecido y que se encuentran enterradas en dicho lugar.

En el paraje de Las Terreras viven actualmente un centenar de vecinos. No están en contra de que se lleven a cabo actividades de este tipo pero lo que piden es que se construyan en otro lugar, dado que hay terreno suficiente para ello dentro de la zona.

Los vecinos cuentan con el apoyo de sus homólogos de La Paca, que ya han iniciado una campaña de recogida de firmas en contra de que la granja porcina se construya en el lugar.

Manuel López, uno de los vecinos, afirma que «el vecindario está muy molesto porque en el cementerio hay personas enterradas que por muy difuntos que sean, están ahí y se merecen un respeto. Lo más ético no es, precisamente, construir una explotación porcina tan cerca habiendo tanto terreno alrededor».

Los vecinos se han reunido en asamblea para mostrar su repulsa al proyecto. Cuentan con el apoyo de los grupos municipales del PSOE e Izquierda Unida-Verdes y están dispuestos a dar la batalla. No obstante, Manuel López entiende que «no hay que perder nunca las formas pero sí vamos a seguir luchando para evitar que la granja no se construya tan cerca del cementerio». En este sentido ha dicho a este periódico que «existe un vacío legal porque cuando se hizo la ley que permitía construir este tipo de instalaciones nadie pensó que podría haber un poblado de difuntos».

A la reunión con los vecinos asistió el portavoz del grupo municipal socialista, Diego José Mateos, quien señaló que el propietario de la explotación dispone de la licencia correspondiente y reúne todos los requisitos para llevar a cabo la obra.

El problema que ha surgido en Las Terreras hay que añadirlo al que ya sufren habitantes de varias pedanías de la huerta de Lorca que tienen cerca de sus casas explotaciones porcinas. Es el caso, por ejemplo, de Campillo o Tercia, donde los vecinos siguen en pie de guerra pidiendo al Ayuntamiento que subsane este tipo de problemas.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que hay constituida una Comisión Especial para la Conciliación de Granjas de Porcino y Viviendas de la Huerta, que se volverá a reunir este mes de octubre. En este sentido recuerdan que dicha comisión se constituyó a iniciativa del equipo de gobierno y mantuvo su primera reunión el pasado 20 de junio. Su objetivo, según fuentes del equipo de gobierno es conciliar los intereses del sector ganadero con los de los vecinos de viviendas ubicadas en el campo y que de manera tradicional albergaban la residencia de las personas que se dedicaban a labores agrícolas y ganaderas. Para el gobierno municipal, según las mismas fuentes, es esencial encontrar soluciones que agraden a ambas partes y nunca tomar partido para enfrentar a unos lorquinos con otros. A partir de ahora tendrán que resolver también el problema surgido con el cementerio de Las Terreras.