El gran compositor Michel Legrand, ganador de tres Oscar y autor de la banda sonora de más de 200 películas, pone un cierre de película a la 20ª edición de Jazz San Javier. Triunfó tanto en Francia como en Hollywood, donde pertenece, junto con Jarre, Delerue y Desplat, al exclusivo club de compositores franceses que han participado en películas importantes con premios y nominaciones incluidas. A sus 85 años continúa imparable.

Su primer álbum instrumental lo grabó a los 22 años, I Love Paris. A partir de aquí no abandonaría su labor concertista, especializándose en jazz y trabajando con las mejores orquestas del mundo, a las que tendría el privilegio de dirigir. Del mismo modo, también compondría canciones y colaboraría con cantantes como Frank Sinatra, Ray Charles, Aretha Franklin o Barbra Streisand. A la vez empezó a colaborar en el mundo del cine, donde empezaría a trabajar en comedias francesas en las que sacaba a relucir su formación clásica y sus natural inclinación a los sonidos puramente jazzísticos.

Su talento le llevaría a trabajar con nombres legendarios de la cinematografía francesa, como Jean-Luc Godard o Claude Lelouch, pero cuando alcanzó verdaderamente una fama mundial y Hollywood puso sus ojos en él fue con la composición de la música y las canciones para Les parapluies de Cherbourg (64), de Jacques Demy. En este innovador musical, protagonizado por Catherine Deneuve y Nino Castelnuovo, todos los diálogos son cantados por los actores, algo novedoso y nunca visto. La película fue un triunfo y la composición musical fue ampliamente elogiada, consiguiendo incluso la nominación al Oscar, lo que hizo que las ofertas de trabajar en EE UU se multiplicaran para Legrand. Antes de ese salto, realizó otra colaboración excepcional en el siguiente musical de Demy, Les demoiselles de Rochefort (67), otro grandísimo éxito para ambos.

El final de la década de los 60 y la década de los 70 supuso su época dorada en Hollywood, donde llegó a trabajar con directores de primera línea, que se beneficiaron enormemente de la experiencia y la solidez del compositor francés. Uno de sus primeros éxitos fue The Thomas Crown Affair (68), de Norman Jewison. Esta película le llevaría a ganar su primer Oscar por la canción The Windmills of Your Mind. Años más tarde conocería el otro gran triunfo de su carrera: Summer of 42 (71). La melancólica y romántica película de Robert Mulligan sobre las vivencias de unos adolescentes durante todo un verano contó con una música hermosa y bellísima de Legrand, vertebrada en torno a un tema principal y romántico que le reportó, de paso, su segundo Oscar.

Durante los 70, Legrand tuvo la oportunidad de trabajar en otras películas célebres donde dejó siempre su sello de calidad. La deliciosa y dinámica The Three Musketeers (73), uno de los primeros trabajos como director de Clint Eastwood: Breezy (73), The Other Side of Midnight (77), etc. Legrand era especialista en dramas y comedias, pero siempre probó nuevos géneros y nuevos retos, algo que continuaría ya entrada la década de los 80. Probó suerte en el western con The Mountain Men (80), la acción con The Hunter (80) y hasta la saga Bond en Never Say Never Again (83), la única película rodada al margen del canon oficial. Ese mismo año se llevaría su tercer Oscar por Yentl, el proyecto personal que dirigió y protagonizó Streisand.

Los 90 verían ya pocos trabajos del maestro, alguno de ellos interesante y estimulante, como Prêt-à-porter (94), de Robert Altman.

En los últimos años Legrand ha regresado muy escasamente al cine y siempre en películas francesas. Probando retos nuevos, también ha trabajado en televisión, tanto en su país como fuera de él, y suya es la famosa melodía de la serie infantil divulgativa Il était une fois..., que todos hemos tarareado alguna vez. Y su polivalencia y versatilidad le han llevado, más allá de las orquestas y el jazz, a trabajar en teatro (debutando en Broadway) y hasta componiendo la música de un videojuego.

Legrand trabajó para Maurice Chevalier, Yves Montand, Claude Nougaro y Henri Salvador; grabó con Miles Davis, Bill Evans y Aretha Franklin. Actualmente sigue en activo, con su dilatadísima y prestigiosa carrera aun abierta. Hace solamente tres de años se encargó de la música para la comedia francesa La rançon de la gloire (14), y ese mismo año lanzó un álbum de arias de ópera compuestas para la soprano francesa Natalie Dessay. Ahora se presenta al piano, con la asistencia en el contrabajo de Pierre Boussaguet y la batería de François Laizeau. Una cita histórica.