El Real Murcia nunca viaja solo. Da igual donde vaya el conjunto grana, allá están sus aficionados. Unas veces más, la mayoría menos, pero ningún futbolista puede quejarse de no contar con el aliento de los suyos. Ayer, en El Ejido, volvió a ocurrir. Nada más llegar a las inmediaciones de Santo Domingo ahí estaban los peñistas de Los Coloraos haciendo sonar el himno del Real Murcia a quien quisiese escucharlo y a quien no, porque el altavoz de una de las peñas más activas no dejaba indiferente a nadie. Sin embargo, dada la ´cercanía´ de El Ejido, a unos 260 kilómetros de la capital murciana, y de tratarse del desplazamiento más corto de la campaña quitando los partidos que los granas jugarán en la Región, los 400 aficionados que se dejaron la garganta en la grada de Santo Domingo parecían ser pocos dada la masa social de la que presume la entidad centenaria. La FEPEMUR solo consiguió llenar dos autobuses, a los que se sumaron el completado por Los Coloraos, fijos allá donde jueguen los granas, y varias decenas de seguidores que viajaron en sus propios coches.

Cuatro cientos fieles que no pararon de animar en las gradas de Santo Domingo, y eso que antes del partido muchos se preguntaban si el Real Murcia volvería a desaprovechar una ocasión inmejorable para entrar en el play off. Al contrario, los jugadores de Salmerón respondieron y los valientes seguidores granas regresaron a casa con una sonrisa y sabiendo que su carné de murcianista siguen sumando puntos en su carné de murcianía. Parece que para ver los 2.000 que hace un año viajaron a La Roda o los 4.000 que se desplazaron a Mestalla habrá que esperar a que todo vaya bien y todo sean palmaditas en la espalda.