Exposiciones

‘Apenas gestos’, pero definitorios: la nueva colectiva de Art Nueve

De la mano de Jesús Alcaide, la galería vuelve a apostar por el talento joven con obra de Claudia Pastomas, Eduardo Hodgson, Eduardo Rodríguez, Hodei Herreros, Leyre Arraiza y el yeclano Víctor Ortuño

El comisario Jesús Alcaide y uno de los artistas.

El comisario Jesús Alcaide y uno de los artistas. / nuria garcía peñalver

A. G. R.

Una madera que toca la pared. Una mano que retuerce un trozo de piel. Una piel de arena que cubre las zapatillas. Una camiseta agujereada por la que sale el sudor de la pintura. Unas planchas de poliuretano como molde réplica a tu propio cuerpo. Y una gubia que se hunde en la madera para descubrir su cuerpo interior. Eso es Apenas gestos, la última propuesta de la contemporánea galería Art Nueve, de Murcia, que ha vuelto a contar con Jesús Alcaide para dotar de sentido a una exposición colectiva que mira al futuro. Porque futuro son la valenciana Claudia Pastomas, el tinerfeño Eduardo Hodgson, el cordobés Eduardo Rodríguez, la gazteiztarra Hodei Herreros, la navarra Leyre Arraiza y el yeclano Víctor Ortuño, que se encarga de representar a la fértil cantera regional.

Cada uno tiene su propia historia. Pastomas trabaja a partir de la observación tanto del entorno público como del privado, y después procesa sus reflexiones en un antiguo taller de ebanistería de la capital del Turia. Este espacio funciona como fuente de materiales, objetos y formas que se encuentran alejados del contexto actual y que pretenden ser reactivados desde una perspectiva consciente de su tiempo y de su medio; lo suyo es prácticamente arqueología. Mientras que Hodgson, por ejemplo, trabaja la relación imagen-cuerpo / cuerpo-imagen. «Desarrolla un trabajo que busca señalar a través de la elaboración de genealogías, los propios procesos por los que transitan las imágenes para lograr entender o poner en cuestión de qué modo las asimilamos, cómo nos identificamos con ellas y de qué manera generan subjetividad», explica Alcaide sobre el tinerfeño.

Por su parte, Eduardo Rodríguez lleva cinco años indagando en lo que el comisario define como «piedras que tienen características o ideas polisémicas». Y Hodei Herreros construye en torno al lenguaje instalativo y escultórico, entendiendo lo plástico como una herramienta para generar escenas y narrativas no lineales desde la forma y la imagen en lugar del lenguaje. «Se interesa especialmente por el hecho de articular forma escultórica mediante superficies planas que surgen de la silueta, de la sombra, del contorno que delimita las cosas», concreta Alcaide. 

En cuanto a la escultora Leyre Arraiza, también investigadora, su práctica gira en torno al habitar. Muy influenciada por la arquictura, su obra estudia la relación entre el espacio y los cuerpos, pero desde lo cotidiano del paisaje. Y, por último, la producción artística de Ortuño es resultado de «una negociación constante con el objeto, donde el cuerpo se forma capa a capa entre su interior y exterior con gestos que tienden a ensamblar, cubrir o envolver». En cualquier caso, le interesa trabajar con materiales precarios que le acerquen a formas porosas, «que estén casi apunto de desprenderse o fundirse», porque con ellas le da valor a la materialidad plástica, a lo imperfecto e irregular, a lo inacabado, a lo descompuesto. Al final, habla de una época concreta donde las cosas están «en constante caída».

Así, en Apenas gestos no solo se presentan nuevas formas de entender el arte, sino un abanico de conceptos entre los que se encuentran los de ‘tradición’, ‘tiempo’, ‘indeterminación’, ‘alteración’... Todos ellos ayudan a entender el posicionamiento de Alcaide –y de Art Nueve–, que cita a Andrea Soto Calderón para trascender la aparente cotidianidad de estas piezas: «es necesario dejar a cada cosa su medida e intensidad para desplegar una forma distinta de tiempo. Es en este aspecto que las imágenes pueden abrir zonas de indeterminación, introducir fuerzas de alteración que, como dice Marie Bardet, pueden ser apenas gestos».