Al ser la calle San Nicolás tan estrecha, solo puede ponerse una fila de sillas. Cuando pasan tronos de la envergadura de La Cena y La Oración en el Huerto, los espectadores de la procesión se tienen que levantar para facilitar el paso a los estantes, ya cansados, pues van de recogida, hacia la Iglesia de Jesús. El público alza de sus localidades con respeto y estalla en aplausos cuando los nazarenos maniobran para llevar el primero de los nueve pasos que confirman el cortejo de Viernes Santo por la mañana en Murcia.