El equipo del PP para la nueva etapa se ha presentado uniformado con la misma mascarilla, unido para un reto que Casado ve inmediato, volver al Gobierno. Su estrategia no pasa por negociar los Presupuestos sino por esperar un adelanto electoral, así que ha descartado formar parte de la gobernabilidad de Sánchez o formar un Gobierno de concentración. Ha agradecido los servicios de su antigua portavoz en el Congreso, presente telemáticamente, pero ha dedicado buena parte de su discurso a señalar, sin citarla, que no era adecuada para transmitir la idea del partido y ampliar el techo electoral. Las portavocías las asumen ahora Almeida, Gamarra o Pastor mientras Casado se reivindica como líder ante los suyos. "Ya tenemos la edad de González, de Suárez o de Aznar cuando empezaron a dirigir sus partidos para gobernar", ha dicho. Insiste en que está preparado para ser la alternativa ante un Gobierno, dice, superado por su mala gestión de la crisis.