Durante el invierno, bañar a tu perro, así como sacarlo de paseo, puede suponer un problema adicional. De la misma forma que en verano hay que bañar al perro al menos una vez al mes, en invierno hay que seguir una serie de consejos. Te desvelamos cuáles son:

Accesorios

Antes de comenzar a bañar a tu perro, debes tener todos los accesorios listos, para que el proceso sea lo más corto posible. Esto incluye toalla, champú, cepillo, temperatura del agua...

Temperatura del agua

Por supuesto, uno de los aspectos fundamentales a controlar antes de bañar a tu mascota es la temperatura del agua. Mientras que en verano el agua debe estar fría, en invierno debe estar a temperatura ambiente, ni fría ni caliente.

Hay aspectos a tener en cuenta a la hora de bañar a tu perro en invierno.

Temperatura de la casa

No solo es importante la temperatura a la que esté el agua, también es recomendable que la temperatura de la casa o la habitación donde lo vayas a lavar esté caliente antes, durante y después del proceso. De hecho, se recomienda tener un calefactor en la habitación donde vayas a bañar al perro.

Hora del baño

En invierno, lo más recomendable es lavar a tu perro una hora después de haberlo sacado de paseo y, a poder ser, por la mañana. La frecuencia del baño se mantiene en una vez cada treinta días.

Secado

Una vez hayas acabado de bañarlo tienes que dejar que el perro se sacuda y, tras esto, lo mejor es quitarle la humedad con una toalla. Puedes envolverlo en ella durante unos minutos e incluso usar un secador de pelo, aunque con esto último hay que tener cuidado de no ponerlo demasiado caliente, ya que en ese caso podría dañar la piel.