Ahora que se acerca la Navidad y Año Nuevo, aparece multitud de carteles pidiendo a la gente que no lance petardos ni fuegos artificiales porque esto asusta a los perros. Sin embargo, hay más ruidos que odian y molestan mucho a estas mascotas. Te explicamos cuáles son para que así puedas evitarlos y tu perro esté más feliz.

Los ruidos que tu perro no soporta

Los perros odian muchos sonidos, sin embargo, estos son los tres más relevantes.

Pirotecnia

Como ya hemos señalado, la pirotecnia, esto incluye petardos y fuegos artificiales, le aterra a los perros. El ruido de las explosiones les genera muchos nervios, ansiedad y estrés, haciendo que quieran esconderse donde se sientan seguros.

Tormentas

Por un motivo similar al de la pirotecnia, los perros también odian las tormentas debido al fuerte estruendo que causan, que les deriva en ansiedad e incluso en problemas de fobia. Instintivamente buscan protegerse, metiéndose en espacios cerrados y pequeños. El estrés que se les genera puede derivar en que se autolesionen.

Los perros sienten miedo por muchos ruidos, pero estos son los tres más comunes.

Electrodomésticos

Aunque te pueda sorprender, a los perros también les dan miedo los electrodomésticos. Esto se acentúa en los que más ruido hacen, como aspiradoras o batidoras. Si por ejemplo nuestro perro está al lado y encendemos la aspiradora, veremos que sale corriendo inmediatamente o se mostrará visiblemente asustado.

Cómo calmar a tu perro

Proteger a nuestro perro de los ruidos que le generan miedo es una tarea muy difícil. No obstante, existen formas para hacer que el estrés no aumente considerablemente.

Siempre que sea posible, intenta acompañar a tu perro si sabes que va a escuchar estos sonidos. Por ejemplo, si son las fiestas de tu municipio y hay programado un castillo de fuegos artificiales o si las previsiones meteorológicas anuncian tormentas, intenta quedarte en casa con tu perro. En la medida que sea posible, intenta amortiguar esos ruidos cerrando puertas y ventanas.

Muéstrate tranquilo frente a él, ya que, si tú por ejemplo también te asustas con una tormenta, él se va a agobiar más. Por eso, actúa con normalidad y deja que se esconda donde quiera. Si intentas evitar este acto reflejo puedes generar aún más estrés en tu mascota.