Con solo dos años fue capturado y vendido a una pareja de feriantes, los Berger, que pronto descubrieron que no era un chimpancé más. Su rostro era más plano y parecía el de un humano. Además, caminaba siempre erguido, apoyado sobre sus dos patas.

Sin embargo, en lo emocional radicaban las mayores diferencias. Al cumplir 16 años, Oliver se enamoró de Janet Berguer, su cuidadora, y la atacó en varias ocasiones intentando aparearse con ella. A partir de entonces, decidieron deshacerse de él. No les costó mucho. Para entonces, Oliver ya era una celebridad internacional. Un periódico de Nueva York lo había presentado como el eslabón perdido en la evolución humana.

Oliver fue vendido una y otra vez hasta que finalmente un laboratorio de Pensilvania decidió adquirirlo. Querían aclarar qué tipo de animal era, pero no dio tiempo a realizarle prueba alguna. Sus condiciones de vida eran tan malas que pronto enfermó. Ante la gravedad de su estado, la organización Primarily Primates lo reclamó y, por fin, Oliver pasó a vivir en un recinto más digno. Fue entonces cuando se le realizó una prueba de ADN por la Universidad de Chicago.

¿Y cuál fue el resultado? Que Oliver tenía 48 cromosomas, es decir, sí se trataba de un chimpancé ¿Fin del misterio? Pues no. Aquella prueba demostró también que Oliver tenía una secuencia mitocondrial del ADN distinta a la de los chimpancés y eso volvió a abrir todas las hipótesis. Si comparamos el conjunto de genomas en gorilas, chimpancés y hombres, comprobamos que humanos y chimpancés tenemos genomas similares en un 70%. Sin embargo, en el 30% restante tenemos más parecido con las secuencias de los gorilas.

¿Eso qué quiere decir? Seguramente, que en la evolución de las especies debieron existir cruces entre ellas y puede que algún pariente común, es decir, alguna especie pasada ya hoy desaparecida.

¿Podría Oliver ser algún miembro de esta? No lo sabemos. Solo conocemos el final de su historia. En 1998, siendo Oliver un anciano muy mayor, enfermo, ciego y artrítico, fue trasladado a un santuario de primates de Texas donde falleció el 2 de junio del 2012. Hace solo nueve años. Descanse en paz.